El cardenal jesuita Henri de Lubac (1896-1991) es, indudablemente, uno de los teólogos más importantes de la historia de la teología del siglo XX. Autor imprescindible para entender tanto los temas de fondo, como para interpretar la propia teología expresada en los importantes documentos magisteriales del Concilio Vaticano II.
El libro que ahora presentamos, es una miscelánea de textos de muy diversa procedencia que tienen mucho que ver con los años del Concilio y con la aplicación del magisterio conciliar en los años sucesivos: prólogos y presentaciones de libros, artículos en revistas especializadas y en otras de divulgación teológica, conferencias, mesas redondas y capítulos de libros de conjunto.
Por tanto, algunos de estos trabajos, nos servirán para perfilar conceptos fundamentales del verdadero concilio y otros, serán textos muy oportunos para dejar al descubierto “el fenómeno de la contestación”, término utilizado por el propio cardenal (208).
Hemos de señalar que en la edición de este trabajo se hacen constantes referencias a que este trabajo corresponde a un volumen de los que compondrán la colección de obras completas de Henri de Lubac. Por tanto, no se trata de una obra suelta en el catálogo de Encuentro, sino que está enmarcado en una colección que rastreará la teología de uno de los hombres clave del Concilio.
La procedencia de cada uno de los trabajos que componen esta obra viene señalada al inicio de cada capítulo y orientará al lector acerca de los límites y alcance de cada uno de los documentos publicados. Todos ellos tienen como hilo conductor un concepto muy interesante para acercarse al “misterio de la Iglesia” denominado por De Lubac: “paradoja y misterio de la Iglesia” pues, en efecto, no podemos olvidar nunca que ante el misterio de la Iglesia hemos de acercarnos con devoción y piedad filiales, pero también con el asombro de lo sobrenatural: “La Iglesia es la extensión de la Trinidad en el tiempo” (69).
Me ha parecido iluminador el concepto mismo de santidad, brevísimamente tratado por nuestro autor en clave contemplativa, pues indudablemente lo aborda desde el ángulo del Espíritu Santo y la correspondencia del hombre, para concluir: “la santidad es la novedad de Dios” (191). Asimismo, dentro de esa materia, es muy importante la conexión que establece de Lubac con el papa Francisco, mediante el desarrollo de la santidad unida al concepto de la misericordia, atributo divino que Francisco ha desarrollado desde los primeros años del pontificado (197). Lógicamente, Juan Pablo II tomaría la predicación de la llamada universal a la santidad como respuesta efectiva al problema de la falta de fe que produjo el fenómeno de la contestación (216).
José Carlos Martín de la Hoz
Henri de Lubac, Paradoja y misterio de la Iglesia y La Iglesia en la crisis actual, ediciones Encuentro, Madrid 2022, 514 pp.