Debo reconocer que siento
debilidad por Karol Wojtyla.
Todo lo que leo, oigo o veo sobre su vida me fascina. Ahora tengo la
oportunidad de leer la conversación que el Cardenal Dziwisz
ha mantenido con Gian Franco Svidercoschi
con el tema único de la biografía de Karol Wojtyla.
Una Vida con Karol es un libro, no voy a
decir que magnífico porque tampoco ése es su objetivo, pero sí es atrayente,
íntimo, mueve a la reflexión.
No voy a comentar los muchos
aspectos biográficos de la vida de Wojtyla que se
citan en el libro, algunos muy conocidos pero vistos desde la perspectiva de
quien ha sido su ayudante toda su vida, lo cual le da una visión novedosa a
cada hecho ya conocido, pero página tras página me admira la resistencia del pueblo
polaco, del pueblo polaco creyente, del pueblo polaco creyente bajo la bota
totalitaria del marxismo. Leí las tretas, las torturas, los asesinatos de
católicos por parte de los comunistas en la magnífica biografía de Weigel, pero aquí están de nuevo, contadas por testigos
directos. Me llama aun la atención la cantidad de mártires silenciosos de la Iglesia polaca; algunos
sobrevivieron a las masacres y los abusos, otros murieron testigos de la Fe.
La gran enseñanza del catolicismo
polaco del siglo XX es que vale la pena la resistencia a los envites del
ateísmo. Si ibas con una cruz al colegio, te impedían entrar, si acogías en tu
casa labor de catequesis perdías el trabajo o tal vez un ascenso merecido. Esa
lucha, pacífica, silente, creyente, dio, al final, su fruto.
Las ideologías que van contra el
cristianismo son siempre totalitarias aunque su discurso hable de libertad o de
paz; les falta convicción, la mayor parte de las veces por miedo, en la
libertad de las conciencias, en la dignidad del hombre, poco importa que se
vistan de marxismo, socialdemocracia o liberalismo. Por eso Wojtyla,
después de ver la fuerza del Evangelio se atrevió a gritar a los cuatro
vientos: "¡No es el tiempo de avergonzarse del Evangelio, sino de predicarlo en
voz alta!".
Por eso creo que es hora de
conocer, de estudiar si cabe, la vida de Karol, para
saber de dónde le venía esa fuerza sobreabundante que le hizo mover montañas
que parecían inamovibles. La gran lección de la historia es que los que hoy
parecen vencedores son los tristes figurones del futuro, juzgados con dureza
por la historia; sin embargo, los humildes que fueron perdiendo sus trabajos,
sus ascensos, que ganaron las bofetadas de la vida y del sistema, ahora pueden
mirar atrás con la cabeza bien alta tras haber sido buenos y fieles servidores.
Y por encima de todos ellos, Karol.
Carlos Segade
Profesor del Centro Universitario
Villanueva
Dziwisz,
Stanislao, Una
Vida con Karol, La esfera de los libros, 2007
http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=6271