¿Qué es la verdad?

 

La revista cultural católica Omnes, en su número del mes de marzo incluye una entrevista con el prefecto del Dicasterio vaticano para la Cultura y la Educación. El cardenal Tolentino aborda dos cuestiones: A) ¿Por qué se dice que el objeto de la institución universitaria -la Universidad- es la búsqueda de la verdad? B) ¿Qué es lo que hace que una institución docente pueda considerarse católica, independientemente de su titularidad?

Siempre hemos supuesto que el fin principal de la Universidad es habilitar a sus alumnos para el ejercicio de una profesión y que esto se consigue aprobando una serie de asignaturas durante varios años. Aceptado lo anterior, ¿dónde se encuentra esa "búsqueda apasionada de la verdad"? El cardenal responde remitiéndose a la pregunta de ¿quién es el hombre? Fácilmente podemos entender cómo la idea sobre el hombre se encuentra detrás de cualquier estudio universitario, desde la Filosofía a la Astronomía, desde el Derecho a la Medicina.

Como la pregunta sobre el hombre admite varias respuestas, el entrevistado la concreta hablando del hombre y su dignidad. Esta precisión parece excluir las respuestas materialistas y nihilistas, como aquel que había calculado que el hombre y la mujer son tantos gramos de carbono, tantos de calcio, tantos de hierro y fósforo y tantos de agua y otras sustancias. Parece claro que el calcio y el fósforo no tienen una dignidad especial, por lo que se hace necesario un estudio integral acerca de la persona humana.

Recuerdo el día en el que mi hija se licenció en Medicina. En el acto de entrega de los títulos los alumnos y alumnas recitaron al unísono el Juramento hipocratico; se trata de una fórmula recibida de la antiguedad -presumiblemente de Hipócrates- acerca de los compromisos que asume el médico en el ejercicio de su profesión. Como yo conocía el texto comprobé que se había modificado: entre otros ya no figuraba el deber de no proporcionar a la mujer embarazada productos abortivos. ¿Cómo iban a asumir los alumnos ese compromiso si se les había enseñado a practicar la interrupción del embarazo? Lo que se había hecho era eliminar esa referencia en el texto del Juramento. Es solo un ejemplo de cómo detras de un estudio universitario puede existir una concepción de la vida, de la persona humana y su dignidad.

El cardenal rechaza el dogmatismo y sugiere que para alcanzar determinadas verdades el instrumento debe ser el diálogo: "Las sociedades democráticas -señala- son plurales y necesitan todas las contribuciones", por eso el cristiano debe tener "una visión propia de la persona humana, de su dignidad y su destino"; ser capaz de reflexionar sobre las grandes preguntas de la vida y la cultura.

El entrevistado plantea buscar acuerdos y no trincheras, evitar la polarización y hablar con humildad, pero también con convicción: "No se trata de imponer ideas -concluye- sino de proponerlas con claridad y respeto". Sobre la escuela cristiana Tolentino pide "vivir la transversalidad en todas sus dimensiones: la acogida, la calidad de las relaciones humanas y el diálogo entre fe y razón".

Juan Ignacio Encabo Balbín
Tolentino de Mendonça, Omnes, marzo 2025.