Reinaré en España

 

Dentro de pocos días celebraremos la Solemnidad de Cristo Rey, con la que termina el tiempo litúrgico y abre paso al adviento y, con ello, a la Navidad y así sucesivamente, en una historia de la salvación que adviene a la vida de todos y cada uno de los hombres hasta el final de los tiempos.

Precisamente, acabo de recibir en mano de parte del autor esta magnífica historia del alcance y desarrollo de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, redactada por el profesor Titular de Historia contemporánea de la Universidad de Valladolid, Javier Burrieza (Valladolid 1974), publicado con motivo del año jubilar del Corazón de Jesús que está viviendo la Iglesia en Valladolid al recordar la inauguración del monumento del mismo nombre en la torre de la catedral (17).

En los prolegómenos de la devoción del Sagrado Corazón de Jesús se encuentra la primera aparición del propio Jesús con su corazón ardiente en 1674, a santa Margarita María de Alacoque, donde le remitía al cambio de vida que el confesor le aconsejare y, sobre todo, “una santidad basada también en la reparación de lo que otros hacían y con lo cual ofendían a Dios”.

Inmediatamente, en esa aparición, le indicaba que se dirigiera al Padre La Colombière y le pidiese que pusiera los medios para establecer esta devoción: “que no se desanime a causa de las dificultades que se le presenten, y que no le han de faltar; pero deben saber que es omnipotente aquel que desconfía enteramente de sí mismo para confiar únicamente en Mí” (27).

La devoción, efectivamente, comenzó a ser difundida tanto por las religiosas de la Visitación como por los jesuitas que las atendían espiritualmente y la práctica de los primeros viernes de mes, de la fiesta del Sagrado Corazón, etc., fueron concretándose, a pesar de las dificultades que fueron surgiendo.

Enseguida, nuestro autor concretará todavía más esta devoción y su arraigo en España y, en concreto, en Valladolid. Nos referimos a la eminente figura del Padre jesuita Bernardo Francisco Hoyos (1711-1735). Quien falleció con fama de santidad sorpresivamente cuando se hallaba en proceso de la tercera probación siendo ya sacerdote (69).

El padre hoyos se había introducido en la devoción del Corazón de Jesús en el noviciado y pronto experimentaría altas cotas de vida mística desde el 15 de agosto de 1730 (77). Especialmente, el 14 de mayo de 1733, recibió la “gran promesa” de labios de Jesús: “Reinaré en España y con más veneración que en otras muchas partes” (86). A lo que respondería ardorosamente, el Padre Hoyos ofreciendo su vida absolutamente en gloria de su Corazón.

José Carlos Martín de la Hoz

Javier Burrieza, En vos confío. Historia de la devoción del Sagrado Corazón de Jesús, ediciones Mensajero, Bilbao 2023, 230 pp.