Religión y violencia

 

Entre las muchas cuestiones planteadas por el monje, teólogo e investigador catalán Lluís Duch (1936-2018), en su larga obra autobiográfica subtitulada “una trayectoria intelectual”, están las opiniones de Nicolás de Cusa acerca de la religión, en las que vale la pena detenerse.

La cuestión se plantea de modo general cuando realizando un balance histórico afirmaba en términos de filosofía de la religión el Prof. Duch: "las religiones históricas son articulaciones histórico- culturales, en las que hay una intervención muy consistente del factor biográfico de sus adeptos y, quizás aún más decisivamente, de sus contradictores" (148).

Enseguida, sin recordar que el cristianismo es la plenitud de la Revelación en la plenitud del mismo Hijo de Dios,  tal y como era vivido en el siglo XV, hace una alusión al De pace fidei de Nicolás de Cusa (1401-1464) que había intervenido muy activamente para evitar la caída de Constantinopla,  la aplicación del Concilio de Florencia en Constantinopla y la ayuda de Occidente para evitar la desaparición del imperio romano de  Bizancio.

Precisamente, en esa obra el cusano explicaba que la caída de la ciudad no significaba la victoria del Dios del islam sobre el Dios del cristianismo (150-151),  puesto que, como ya había escrito en su Alcorán, lo musulmanes estaban llamados a la conversión al cristianismo,  según muestra nuestro autor al desgranar detenidamente los muchos rasgos que aparecen de la figura de Cristo en el Corán.

El profesor Duch tomará unas palabras del Cusano "Ut sicut tu (Deus) unus es, una sit religio et usus latriae cultus" (148), para distinguir entre: "una religio in ritum varietate", aunque no termina de dejar claro, puesto que no recuerda el sentido del Cusano de la Revelación, como se ve en otras obras, que para el cardenal en la Iglesia Romana está la plenitud de la revelación, aunque en otras religiones pueda haber parte de la verdad como ha recordado el concilio Vaticano II.

Poco después se refiere, de modo sorprendentemente elogioso a las obras del egiptólogo  Jan Assmann, al que él mismo ha traducido e introducido, sin terminar de aclarar las duras acusaciones que este autor vierte sobre la violencia en el cristianismo, que la realidad del Magisterio del siglo XXI, la vida de los cristianos  y la predicación del papa Francisco muestran con toda claridad. El cristianismo es verdaderamente una religión de paz, pues Cristo es el Príncipe de la Paz

Precisamente, la teología Fundamental católica actual se desarrolla sobre la realidad de la Revelación y no la expresada por Duch cuando señala: "la cuestión de la verdad de la religión, a menudo, en términos beligerantes y exclusivistas; una cuestión íntimamente vinculada con la afirmación o la negación de la unicidad absoluta de Dos" (152).

José Carlos Martín de la Hoz

Lluís Duch, Salida del laberinto. Una trayectoria intelectual, editorial Fragmenta, Barcelona 2020, 220 pp.