El profesor y catedrático de la Universidad Carlos III, Francisco Javier Rubio Muñoz, ha dirigido y coordinado un equipo de investigadores y, con su maestría habitual, ha logrado realizar una obra importante, que marcará un estilo en los trabajos de esta índole y de esta categoría.
Es pues lógico, que como buen catedrático sea no solo sabio él, sino descubridor de sabios. En este caso ha descubierto, más aun, la joya de la Universidad de Salamanca en el siglo XVI que, como toda corporación universitaria del Renacimiento, poseía una autonomía de gobierno, de policía, incluso de abastecimiento de alimentos, etc.
Verdaderamente, es un acierto el título de su trabajo, pues Salamanca era una República dentro de la monarquía española del siglo XVI que los grandes emperadores supieron valorar y aprovechar. Carlos V visitó detenidamente la Universidad y escuchó magníficas lecciones y recibió importantes consejos tanto del orden jurídico de la conquista como desde el ángulo teológico de los maestros salmantinos.
Su hijo Felipe II, siendo príncipe, hizo otro tanto y, sobre todo, se casó con María Manuela de Portugal el 15 de noviembre de 1543, en la Ciudad de Salamanca, cercana a Portugal, de donde provenía la prometida, lo que hizo que Domingo de Soto, ilustre catedrático y Prior del convento de san Esteban les dedicara su obra “Deliberación de la causa de los pobres”, para pedirles donativos con los que solventar el hambre que padecía la ciudad por falta de grano en Castilla.
La obra del profesor de la Carlos III, aportan un hito sobre otras investigaciones acerca de la Universidad Salmantina, pues estudia de modo exhaustivo la organización y esquema de la compleja corporación universitaria a lo largo del siglo XVI;
Verdaderamente, gobernar aquel conjunto de Facultades, Colegios Mayores, establecimientos de las órdenes y congregaciones religiosas, en definitiva, proveer la República y ayuntamiento de profesores y alumnos, el buen funcionamiento requiere muchas instrucciones, leyes y reglamentaciones, lo que ha investigado y realizado el autor de este trabajo con acierto y dignidad.
Asimismo, es necesaria la política universitaria, como la provisión de las cátedras, solventar los problemas jurídicos que presentaban, pues había reclamaciones no sólo de forma sino también de fondo y, además, era un ámbito en el que participaban los ruidosos estudiantes.
Finalmente, y no es pequeña cuestión, estaría la economía y la intendencia con la que la ciudad de Salamanca, se fue convirtiendo en una urbe histórica, artista, literaria y sobre todo que funcionaba, pues había que abastecer de servicios generales, pagar las nóminas, cobrar a los estudiantes y abastecerle. El trabajo aporta cuestiones bastante inéditas en esa línea. Verdaderamente era una corporación universitaria con sus virtudes y sus defectos.
José Carlos Martín de la Hoz
Francisco Javier Rubio Muñoz, República de sabios. Profesores, cátedras y universidad en la Salamanca del siglo de Oro, Dykinson, Madrid 2020, 295 pp.