Rubens y la Política



El Prof. Jean Guitton ha sido uno de los más
grandes pensadores católicos del siglo XX y, además, de sus abundantes
discípulos y riqueza de pensamiento ha dejado muchas obras escritas. Muchas de
ellas seguirán reeditándose por la vigencia de sus ideas y, otras, por la clarividencia
de sus síntesis.


Entre las muchas obras
menores y menos conocidas destaca este trabajo que acaba de presentarse en
lengua castellana: la comparación entre dos grandes pensadores del siglo XVII:
Pascal y Leibniz.


Hacemos notar que no se
trata de la relación entre ambos y su trato personal, sino sobre todo de la
interacción entre ambos y en la época en la que vivieron. El siglo XVII será en
Francia y desde Francia el laboratorio de ideas que culminará con la Enciclopedia y la
revolución francesa.


Sólo los grandes maestros
con la necesaria preparación filosófica e histórica pueden redactar trabajos de
este tipo que ayudan a penetrar en la profundidad del pensamiento de los
grandes autores y ese es el gran mérito de este trabajo que celebramos hoy.


Ambos, Pascal y Leibniz,
dejaron pocas obras escritas. Sobre todo, faltan obras suyas sistemáticas de su
pensamiento, de ahí el riesgo de hacerles decir lo que no dijeron. Y, también,
la de poner en sus bocas razonamientos anacrónicos inteligibles por nuestra
mentalidad actual, pero sin rigor histórico. En este sentido es encomiable el
esfuerzo de Guitton y su honradez intelectual.


Pascal y Leibniz son
retratados en su personalidad y sobre todo en sus creencias profundas mediante
los rastros que dejaron en sus cartas, siempre significativas del pensamiento
personal, más aún que las obras redactadas para el gran público.


Pascal emerge en este
trabajo con un catolicismo hondo y profundo, mientras Leibniz se nos muestra como
un hombre más ecléctico, falto del paso final de la coherencia o de la
radicalidad respecto a la fe. Parece como si de la oración personal o de la fe, fueran a depender finalmente las
consecuencias teológicas de los respectivos pensamientos.
Evidentemente Pascal y Leibniz
no son cristianos de la misma manera (p. 15).


Como
afirmará audazmente Guitton:"Estos dos puntos de vista han estado
presentes en la Iglesia
primitiva en la forma de dos tradiciones concurrentes: la basada en san Juan y la basada en san Pablo. Si
queremos interpretar a Leibniz en su mejor parte, diríamos de buena gana que en
él revive el espíritu de Juan; Juan que ha mostrado en su Evangelio la vida
eterna comenzada y en el Apocalipsis la historia consumada y justificada en
torno a las nupcias del Cordero. Por el contrario, en Pablo, el convertido, que
tuvo la experiencia de la ruptura de la historia, aparece un espíritu de discontinuidad y de drama, que lo empuja a ver el cuerpo
de Cristo dándose nacimiento en el curso de la historia al superar los
contrarios. De un lado la participación, del otro el obstáculo reconocido,
explorado, utilizado-insuperable
" (p.250).


 


José Carlos Martín de la Hoz


 


Jean GUITTON, Pascal y Leibniz. Estudio sobre dos tipos de pensadores, ed.
Encuentro, Madrid 2011, 252 pp.