Santidad hoy

Hablar de santidad, es referir un tema siempre de
actualidad. Como decía San Atanasio: "acercarnos
a los santos, para la imitación de sus acciones". Y miles de hombres y de
mujeres a lo largo de la historia han acudido a la intercesión de los santos y
a la imitación de sus vidas. En estos días se ha publicado el trabajo del
Profesor Quintana Bescós, fruto de una larga y
extensa investigación histórica acerca de la fama de santidad como premisa y
fundamento del proceso de canonización a lo largo de la
historia. Además,
en esa obra aporta su amplio bagaje de experiencia como Delegado de las Causas
de los santos del Arzobispado de Madrid, y sus trabajos en Causas de
Canonización durante casi treinta años.

Precisamente, este tema es de una gran actualidad,
pues el Papa Benedicto XVI, en un
mensaje al Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, del 24 de abril de 2006, le decía: "Es evidente que no se podrá iniciar una causa de beatificación y
canonización si no se ha comprobado la fama de santidad, aunque se trate de
personas que se distinguieron por su coherencia evangélica y por particulares
méritos eclesiales y sociales".

Al hilo de la investigación sobre los procesos a lo largo
de la historia, Quintana, deja claramente asentada una conclusión: "Si bien es cierto que el procedimiento se
ha ido adaptando a las necesidades de cada época, nunca han faltado las
garantías para que el Papa dictase la sentencia definitiva de canonización"
(p.18).

Por otra parte, la argumentación y solidez de las
fuentes, hace de este trabajo una de las pruebas más claras de la continuidad
de la santidad de la Iglesia a lo largo de la historia. Es decir, que ha habido santos, en todas partes, en
cada época, y que los procesos, tanto de virtudes, como de la prueba del
milagro –siempre requerido como vox Dei-, se han
realizado con el suficiente rigor jurídico.

Finalmente, después de resumir las grandes aportaciones
de la actual legislación vigente en la Iglesia acerca de estos procesos de
Canonización, el autor abroga, por la necesidad de resaltar, en la futura legislación, más claramente la fama de
santidad y de martirio como punto de arranque de esos procesos.

Una vez más viene a la memoria la pregunta que hacía san
Agustín a los cristianos de su época, después de hablarles de los santos: "¿No puedes hacer tu lo que hacen todos
estos?".

José Carlos Martín de la Hoz

Ricardo Quintana Bescós, La fama de santidad y de martirio hoy, ed.Lateran university press, 2006

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