Sensibilidad y discernimiento

 

El cardenal Marcelo Semeraro Prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos, como obispo de Albano, redacta un magnífico prólogo al trabajo de Amedeo Cencini, un famoso sacerdote canosiano italiano, autor de números trabajos acerca de la antropología teológica y, más concretamente, del don del discernimiento.

Precisamente, el papa Francisco en la etapa última de su fecundo pontificado (agosto de 2022 y enero de 2023) ha decidido dedicar las audiencias de los miércoles al don de discernimiento de espíritus que es, en definitiva, lo que él ha procurado realizar a lo largo de su pontificado en sus actos de gobierno.

El cardenal Semeraro, señala que este trabajo de Cencini será muy importante pues remarca que, sin educación de la sensibilidad, sencillamente es imposible poder realizar un correcto discernimiento con la ayuda del Espíritu Santo.

La primera sensibilidad indudablemente es la de caer en la cuenta que, en la relación personal del hombre con Dios, quien toma la iniciativa es el mismo Dios, que desde “la aurora diaria busca al hombre para procurar su felicidad”. De ahí el título de este interesante trabajo.

Enseguida, Cencini recuerda la importancia de llevar los dones naturales del hombre hasta el extremo en equilibrio con el entendimiento, la voluntad, los afectos y los sentimientos, de modo que podamos pasar de la armonía natural a la sobrenatural a través de la gracia y los sacramentos (45), puesto que la acción divina del Espíritu Santo en nuestras almas “enciende luz a los sentidos” (54). Es interesante el análisis psicológico y antropológico que realiza nuestro autor acerca de los cinco sentidos con los que el hombre entra en contacto con la realidad a lo que denomina “las orillas del corazón” (55).

A continuación, se detendrá en la expresión pastoral del papa Francisco de “olor a oveja” y a la necesidad de estar con los descartados, bajar a la arena de la caridad con los cristianos en los diversos ambientes: parroquial, asociaciones, caritas, ermitas, peregrinaciones. Es decir, el contacto personal, la caridad fina, el acompañamiento espiritual y humano (65).

Finalmente, impulsará el ejercicio de la caridad hasta el extremo que encontrara reflejado en las fuentes: la historia de la espiritualidad, de la literatura clásica o sencillamente en la Sagrada Escritura. Por ejemplo, recurrirá a glosar las escenas de san Francisco de Asís y los leprosos (100), a Dostoyevski y los hermanos Karamazov y el famoso abrazo de Juan el misericordioso (101). Seguidamente afrontará la riqueza de los sentimientos de una joven en las JMJ (111). También con ejemplos tomados de la Sagrada Escritura; el joven rico, Saúl y David, la corrección de David (119). En definitiva: valorar al hombre más por lo que sufre que por lo que hace (122).

José Carlos Martín de la Hoz

Amedeo Cencini, Desde la autora te busco. Evangelizar la sensibilidad para aprender a discernir, Sal Terrae, Santander 2023, 220 pp.