Teología de la historia

 

El fundador de Comunión y Liberación el sacerdote milanés Luigi Giussani (1922-2005) expuso, a lo largo de su extensa y fecunda vida, de mil modos y maneras, el carisma que había recibido del Espíritu Santo, de modo que fuera asequible al mayor número de personas, con el fin de contagiarles un camino de verdadera felicidad y de encuentro con Dios.

La expresión “acontecimiento” resulta la clave de la bóveda, y es explicada y expresada con sus propias palabras a través de breves e incisivos comentarios de escenas del Evangelio, verdaderos acontecimientos, que provocaron chispazos que desembocaron, por la acción del Espíritu Santo en ejemplos de vida y de santidad.

Es importante la lectura directa de los textos del fundador italiano, que han recogido y ordenado Stefano Alberto y Javier Prades, dos teólogos de primera categoría y buenos conocedores del carisma fundacional de Giussani. Sin embargo, sobre todo, es más clave que el lector se detenga en la propia y personal meditación de esos impactos que trasluce el Nuevo Testamento, pues la historia de un hombre es la historia de su oración y cada instante de oración es historia, es conversión y es acontecimiento de Dios Espíritu Santo. De hecho, hablando del acontecimiento, señala inmediatamente que el “cristianismo es un hecho, un acontecimiento: todo el resto es consecuencia. La palabra «acontecimiento» es, pues, decisiva. Porque indica el método que Dios ha elegido y utilizado para salvar al hombre (…). Es un hecho acontecido en la historia que revela quién es Dios e indica lo que Dios quiere del hombre, lo que el hombre debe hacer para su relación con Dios” (26).

De hecho, páginas después, en el marco de la teología de la historia y hablando de la libertad del hombre, la resume de este modo conmovedor: “«Puesto que todo es gracia, Te pido la gracia»; así se salva totalmente tanto el hecho de que todo es gracia, como el que la gracia de Cristo dependa para su eficacia también de mi libertad” (47).

Precisamente, Giussani comentaba y viene recogido páginas más adelante, en el marco del recuerdo de un encuentro con san Pablo VI en el que le animaba a él y al movimiento a seguir adelante: “nosotros tenemos que crecer, madurar y actuar en el mundo conforme a la particular forma de enseñanza con la que el Señor ha querido salirnos al encuentro. Debemos recordar siempre los dos polos de la relación que, dentro del acontecimiento creado por Dios, se establece entre nosotros y Él” (120-121).

Enseguida añadirá el propio Fundador: “La esencia del carisma de Comunión y Liberación puede resumirse en el anuncio, lleno de entusiasmo y asombro, de que Dios se ha hecho hombre y que este Hombre está presente en un «signo» de concordia, de comunión, de comunidad, de unidad de pueblo: el hombre puede ser hombre y la humanidad puede ser humana solamente en el Dios hecho hombre, solo en Su Presencia y, por lo tanto,  sólo mediante -de algún modo- la forma de Su Presencia. Aquí radica la fuente de la moralidad y la misión” (122).

 José Carlos Martín de la Hoz

Luigi Giussani, Stefano Alberto y Javier Prades, Crear huellas en la historia del mundo, ediciones Encuentro, Madrid 2019, 203 pp.