¿Tiene futuro la verdad?

 

El catedrático de literatura de Santiago de Compostela y académico de la Real Academia de la lengua, profesor Darío Villanueva (Villalba, 1950), se hace eco de la famosa pregunta de Steiner acerca de la verdad, en este interesante trabajo acerca del “atropello de la verdad”.

El libro es un ensayo de interés, fuera de los recurrentes y aburridos argumentos de la pandemia, las falsedades científicas y engaños sociológicos que se produjeron en esos días cuando los sociólogos del mundo se dedicaron a experimentar con el género humano (141).

La llamada a la libertad de cátedra (17) de este experimentado lingüista realizada al comienzo del libro, contrasta con la radicalidad con la que arremete posteriormente contra internet y lo que considera como excesiva libertad para poder colgar lo que a cada uno le parezca oportuno. Lo que denomina nuestro autor “la masa de comunicadores” (109).

Es cuestión de tiempo que termine existiendo un internet privado para los defensores de la razón y del sentido común de modo que puedan alimentarse y hacer crecer el conocimiento humano. Es evidente que actualmente hay que ir a tiro hecho en la red pues las posibilidades de navegar en internet y acabar en un naufragio, son muy grandes (72).

Indudablemente, internet es un mero reflejo de la pluralidad del pensamiento y de la extraordinaria variedad de opiniones actuales en una plaza pública de una sociedad globalizada y completamente mezclada entre niveles culturales e intereses. Es lógico que, ante la abrumadora oferta informativa, se produzca la desconexión en algunos y el relativismo epistemológico y científico (165).

Como afirmaba Ortega la Iglesia Católica tiene bajo sus pies una bomba de relojería: el amor a la verdad. Este es el gran mensaje de este trabajo. La verdad existe y no se puede prescindir de ella si se quiere aplicar la libertad.

El capítulo dedicado a la ideología de género y sus diversas variantes y recurrentes y ramificaciones, no aporta excesiva luz sobre la cuestión sino más bien refleja la inmensa desconfianza y desconcierto entre libertad y naturaleza que está desorientando a muchos jóvenes (94-99).

Finalmente, hemos de referirnos a los interesantes capítulos acerca de la pedagogía y la educación en la civilización actual. Parece muy acertado el análisis de nuestro autor sumado al de Unamuno cuando requería menos pedagogía y más filosofía y humanismo para educar a la juventud (171). El libro no termina de ser optimista, pero eso lo podemos aportar nosotros pues la verdad siempre acaba por imponerse.

José Carlos Martín de la Hoz

Darío Villanueva, El atropello de la razón, Espasa Calpe, Madrid 2024, 276 pp.