Tras el Portón de Bronce

 

El Vaticano y su riquísima realidad, ha sido objeto en los últimos años de investigación, de preocupación, e incluso de tema de novelas de intriga, y de muchas cosas más. En la pluma del periodista  y publicitario Arturo de San Agustín, todo esto queda reflejado con una nueva perspectiva. Aparentemente parece un libro más acerca de los supuestos secretos del Vaticano y de los motivos que provocaron la dimisión de Benedicto XVI y la denominada, por algunos, revolución del papa Francisco. En realidad, a lo largo de estas páginas, el autor busca objetivar la cuestión; mostrar con claridad el problema del engarce de una indudable realidad espiritual, con una institución humana de gobierno, formada por muchas personas muy variadas.

Es claro que la Iglesia Católica, después de XX siglos, sigue iluminando la vida de millones de creyentes de todas las razas y culturas. Además, la Iglesia sigue aportando mucho consuelo y valores humanos de caridad, solidaridad, desarrollo y educación, que contribuyen a la dignidad de la persona humana y, todo eso, se impulsa desde Roma. Como recoge el autor, de una larga entrevista con el historiador y director del "Osservatore romano" Giovanni Maria Vian: "El Vaticano no es un centro de poder. Es otra cosa. Es un centro religioso, moral y espiritual, pero no un centro de poder, que es lo que creen otras muchas personas" (390).

Arturo San Agustín, se sitúa en Roma con un amplio bagaje cultural y humano, y muchos años de investigación periodística; libros recientes sobre la juventud y el mundo político. Desde sus ojos y con las entrevistas que realiza, se esfuerza en entrar con objetividad a una compleja cuestión. La entrevista con el cardenal Bertone, recogida en el final del libro, es un ejemplo claro del método de trabajo escogido y de la pericia y buen hacer del autor: nada como dejar hablar a las personas. También deja hablar a muchos autores anónimos que describen su visión particular de la Iglesia (333-336 y 350-354).

Con un estilo claro y directo, San Agustín, sabe provocar al lector, mantener su atención, plantear las dudas razonables y también las increíbles teorías e incluso la ciencia ficción; las habladurías, las teorías, las exageraciones y falsedades: la masonería, el lobby gay, IOR y la veracidad de la Iglesia.

También, el propio autor, terminará por declarar sus propias preocupaciones: "Las nuevas tecnologías harán posible el dominio de unos pocos sobre los demás, pero no como hasta ahora. En el futuro habrá post humanos y humanos, y, al final, el ser humano como especie, desaparecerá". A lo que añade que la Iglesia podría contribuir a detener ese fenómeno: "Creo en una cierta trascendencia, que algunos llamarían Dios. Y, desde luego, la Iglesia, si me lo permite, al condenar casi todos los avances científicos ha favorecido un cierta fascinación por los mismos" (361). Y, añadirá, que el futuro de la Iglesia son las pequeñas comunidades orantes que viven la fraternidad (364).

Junto al Vaticano, organización, estructura de gobierno, datos económicos, calidad humana y coherencia cristiana, se abordan en este trabajo problemas básicos diarios de la fe cristiana; hay interesantes referencias a la recepción  del Vaticano II, a las relaciones fe y razón, fe y ciencia, y, sobre todo a la relación fe y cultura. El libro habla mucho de la cultura, de la cultura actual y del futuro de la humanidad.

Quizás el secreto de Arturo de San Agustín es haber acertado en sus autores de referencia, en especial del periodista Marc Carrogio, el historiador Vian y el teólogo Josep Ignasi Saranyana, a quienes acude para las cuestiones clave a lo largo de su narración.

Arturo de San Agustín habla desde fuera y desde dentro pues, como se señala muchas veces a lo largo del libro, existen todavía hoy en la sociedad muchas raíces cristianas que pueden ayudar a entender el mundo y el hombre. Desde luego, estoy de acuerdo con el autor que junto al problema espiritual en el mundo, existe también un problema cultural.

 

José Carlos Martín de la Hoz

Arturo San Agustín, Tras el Portón de Bronce. La realidad vaticana en la era del papa Francisco, ed. Península, Barcelona 2015, 443 pp.