Una biografía profética

 

Hace unas semanas de la clausura en Roma de la fase diocesana del proceso de beatificación y canonización del Siervo de Dios Pedo Arrupe, Prepósito general de los jesuitas desde 1965 hasta su renuncia en 1983.

En las siguientes líneas nos vamos a acercar a esta figura señera de la historia de la Iglesia del final del siglo XX pues, con la gracia de Dios, dirigió una de las instituciones de mayor calado e importancia en la tarea de la evangelización del mundo entero y especialmente en la cultura y civilización occidental.

El autor de esta biografía es el famoso escritor y jesuita Pedro Miguel Lamet (Cádiz 1941), uno de los mejores novelistas que hemos tenido en España en el siglo XX y comienzos del XXI, pues sigue muy activo y acaba de publicar una extraordinaria novela histórica sobre Fray Luis de León y sus sufrimientos a manos de la Inquisición española.

La biografía es magnífica y muy recomendable, sobre todo, esta tercera edición que acaba de publicarse pues contiene el decantado y la reflexión de treinta años de estudio e investigación. Además, y es lo que importa para el proceso, expresa muy bien la santidad de vida del biografiado y cómo el Espíritu Santo fue trabajando esa alma hasta llevara a la armonía heroica de las virtudes.

Asimismo, Lamet ha sabido expresar la espiritualidad ignaciana y su inculturación en el siglo XX y XXI para aplicar los documentos del Concilio Vaticano II bajo la guía del Espíritu Santo, de Pedro Arrupe, y sus colaboradores.

San Josemaría Escrivá de Balaguer contemporáneo suyo y con quien se entrevistó repetidamente solía afirmar que muchas cosas que pasaban en aquellos años en la sociedad civil, eran un reflejo de lo que pasaba en la sociedad eclesiástica de su tiempo. Esa frase me ha recordado que quizás la interpretación de la opinión pública de lo que pasó en los jesuitas ha sido un reflejo de lo que pasado en otras muchas instituciones.

Indudablemente, tienen la culpa determinados medios de comunicación, dotados de una concepción de dinámica de grupos para resumir el concilio en “conservadores y progresistas” y ponerlos a pugnar entre sí.

La lectura de este trabajo sugiere que la famosa división de la Compañía entre los partidarios de san Ignacio y los que querían convertirla en otra cosa, en realidad no existieron y, tal como convinieron san Pablo VI y Arrupe, lo mejor era que los jesuitas se siguieran entendiendo entre ellos como sucede actualmente.

La lectura de esta biografía, ya en su tercera edición, servirá para que los historiadores de la iglesia de esa época revisen una visión que quizás no coincida con la teoría que han fabricado.

El tratamiento del Opus Dei es correcto.

José Carlos Martín de la Hoz

Pedro Miguel Lamet, Arrupe. Testigo del siglo XX, profeta del XXI, Mensajero, Bilbao 2024, 608 pp.