El profesor Omri Boehm (1979) de la “New School for Social Research” de New York, realiza un completo análisis de la llamada filosofía del universalismo radical para concluir que desde el ángulo de la filosofía kantiana no es posible, ni la identidad, ni la moralidad más allá de la autonomía kantiana.
El análisis retrospectivo de las raíces de los análisis kantianos en Spinoza le convencen todavía más de la desaparición de la metafísica, el ontologismo e incluso de la posibilidad del pensar religioso más allá de la hipótesis kantiana. Para nuestro autor el análisis de Kant está por encima de Dios (63).
Es interesante el nuevo panteísmo planteado por Omri Boehm, es decir, un aplastante ateísmo sustituyendo a la naturaleza por Dios y convirtiendo la libertad en una energía en el aire.
Lo más frio del planteamiento de este trabajo es que no deja ningún atisbo a la relación personal con Dios ni tampoco a las relaciones reales de amor, por tanto planteará un horizonte mecanicista, sin esperanza, ni posibles ilusiones. Este autor niega la existencia de una verdad absoluta (65).
Posteriormente, se detiene a estudiar la guerra civil americana donde contrapone los intereses de los esclavistas y racistas sureños con los idealismos de unos blancos que después continuarán siendo racistas hasta Martin Luther King: “El liberalismo de John Rawls también participa de la misma traición al universalismo. Rawls se enorgullece de una idea de justicia que es política, no metafísica y, por tanto, proporciona un marco para una democracia unionista que parte de un nosotros y es determinante para nosotros” (118). Enseguida aclarará: “Si hoy en día tanto sus partidarios como sus detractores ven a Rawls como un universalista kantiano, es porque nos hemos alejado mucho del sentido genuino del término” (119).
Finalmente, nuestro autor se centrará en el discurso kantiano sobre la minoría de edad que vino a romper la ilustración y, dentro de él, en la importancia de pensar con autonomía: “En sentido estricto, esa forma de inmadurez no consiste en no pensar en delegar nuestro pensamiento, sino que se trata de una manera de pensar en la que utilizamos nuestra mente de forma inerte o mecánica” (127).
Esa “Tiranía” de la mayoría a la que alude Tocqueville resulta verdaderamente demoledora para tantas mentes inmaduras, la tendencia al conformismo, en definitiva, el convertirse en “animales domésticos” (128). Resulta divertido el análisis de “la guía de perplejos” de Maimónides que incluirá en las páginas finales de su libro, como una manera de demoler el pensamiento judío racionalista que todavía conservaba regustos de metafísica (130).
José Carlos Martín de la Hoz
Omri Boehm, Universalismo radical. Mas allá de la identidad, Taurus, Madrid 2025, 190 pp.