Violencia, imperios y monoteísmos

 

Desde el 11-S y, cada vez que sucede un acto de terrorismo islámico, se reproduce en los medios de comunicación y en los más importantes foros de discusión, la pregunta acerca de cómo es posible el uso de la violencia en nombre de Dios.

Efectivamente, esta es una cuestión importante, dentro del amplio tema de investigación acerca de las relaciones entre violencia y hecho religioso y, en esa línea vale la pena detenerse, aunque sea brevemente, a comentar el trabajo del profesor de Teología de la Universidad de Deusto, Juan Luis de León Azcárate, sobre violencia, imperio y monoteísmos.

La obra de la que hablamos, es de un particular interés pues se centra en los principales textos explícitos e implícitos sobre la violencia que aparecen reflejados en la Sagrada Escritura, especialmente en el Antiguo Testamento, así como en el Corán, para estudiar una respuesta a los mismo y para el problema actual: “La larga historia de intolerancia religiosa y esta nueva forma de violencia en nombre de la religión han suscitado un fuerte debate sobre si la religión en general y los monoteísmos en particular, son el principal factor desencadenante de violencia” (10).

Inmediatamente nuestro autor recoge la opinión de algunos que pretenden “descanonizar” los textos de la biblia que traten o hablen sobre la violencia, como no revelados, ni atribuidos a la inspiración divina del texto. El problema sería que nos erigiríamos nosotros por encima de la palabra de Dios: “es mejor comprender esos textos incómodos por su violencia que esconderlos -que es lo que se hace cuando no se habla de ellos- o eliminarlos de la Biblia o del Corán” (11).

Comprensión, evidentemente, implica aprender a distinguir entre sentido literal y espiritual, conocer el ambiente y la cultura de la época en la que fueron escritos, cotejarlos con la interpretación de los Santos Padres de la Iglesia y el Magisterio antiguo y reciente, y así poder, finalmente, desde Cristo príncipe de la paz extraer las enseñanzas verdaderas de esos textos para el cristiano de hoy que desea identificarse con Jesucristo y llegar a la santidad. A ese intento de comprensión dedicará nuestro autor este extenso trabajo (12),

Para nosotros, los cristianos, que tenemos el Nuevo Testamento, donde se conserva una abundancia de luz, la luz de Cristo, nos resulta más fácil buscar esas enseñanzas y relativizar la violencia del pasado y ser constructores de paz para el futuro, pues como afirmaba san Josemaría: “la violencia ni es apta para vencer ni para convencer”.

Es muy interesante la lectura de los textos sobre el mandamiento nuevo de la caridad y la manera como Jesús la aplica hasta convertirse en el Siervo de Yaveh (161-171, 330) y morir por todos los pecados de todos los hombres de todos los tiempos y, especialmente, el uso de la violencia para imponer la fe (173, 330). Es interesante que en el libro del Apocalipsis la única víctima es Cristo, el cordero degollado que con su palabra derrota a la Bestia (331)

José Carlos Martín de la Hoz

Juan Luis de León Azcárate, Violencia, imperios y monoteísmos, ediciones PPC, Madrid 2021, 339 pp.