Este libro se inicia en Londres, el 26 de octubre de 1775, cuando el rey Jorge III se dirigió al Parlamento para declarar a las colonias de Norteamérica en estado de rebelión y afirmar su resolución de aplastarlas. La historia viaja luego por el asedio de Boston y Nueva York, avanzando hasta el relato que el autor nos ofrece de la batalla de Brooklyn y de la osada huida americana que a ella siguió, y que pocos lectores olvidarán.