Adolfo Suárez González nació en Cebreros (Ávila) en 1932. Estudió Derecho como alumno no oficial. Ejerció diversas actividades sin demasiado éxito hasta que logró introducirse en las estructuras del llamado Movimiento Nacional, organización política que sustentaba el Gobierno del General Franco. Muerto Franco el Rey designó a Suárez como Presidente de Gobierno, aparentemente por exclusión de los demás candidatos. El encargo que recibió fue convertir España en un país moderno y democrático sin contar con los elementos políticos ni jurídicos necesarios para ello. Es lo que se conoció como la Transición española, de la que después muchos se han atribuido la paternidad. Cumplido el encargo del Rey, y tras un rápido desgaste como Presidente de Gobierno, Adolfo Suárez presentó su dimisión el 29 de enero de 1981 para continuar su "tragedia griega".
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2005 | La esfera de los libros |
496 |
9788497344807 |
Subtítulo: Una tragedia griega |
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Un estudio irreverente y comprensivo del que fue primer Jefe de Gobierno de la reciente etapa democrática en España. El punto de partida de la obra, y explicación de muchas de sus actitudes, está en el estado de salud del ex-Presidente en el momento de escribirse el libro. Adolfo Suárez ya no puede recordar, no habla, no anda. Esta circunstancia permite al autor tratarle como a un personaje del pasado, pero a la vez entrañable y dolorosamente presente. El libro es irreverente porque formula las preguntas fundamentales sobre Adolfo Suárez: ¿Quién fue? ¿Un oportunista que quiso ser Presidente de Gobierno o el instrumento de otras personas? ¿Un improvisador genial o el ejecutor de un plan impecablemente democrático?. En ocasiones se definió como democratacristiano, socialdemócrata o incluso republicano, ¿tenía alguna ideología o era simplemente "suarista"? José García Abad no trata de hacer una biografía sino de entender al personaje. Resaltar los rasgos principales y las contradicciones de su carácter. Utiliza para ello los datos biográficos, la abundante bibliografía existente sobre la Transición española y entrevista a personas que estuvieron próximas al Presidente. Todo, o casi todo, se toca aquí: Sus orígenes; sus sueños y ambiciones; las ayudas y acaso las mañas que utilizó para alcanzarlas; sus amigos y sus "malas compañías". El juicio sobre el hombre está lleno de simpatía, el juicio político no es concluyente, pero su obra está ahí: en el breve periodo de cuatro años y medio Suárez puso las bases de un sistema democrático partiendo de una situación opuesta. Ni el mérito ni los errores fueron exclusivamente suyos, pero Suárez dirigió el país en ese periodo. Se dejan entrever las respuestas a ciertas preguntas no contestadas hasta la fecha. Así por ejemplo sobre las relaciones entre el Rey y Suárez en el último periodo de gobierno de éste, o las causas de su dimisión en enero de 1981. Por su actualidad vale la pena recordar un fragmento de su discurso de despedida. Aborda uno de los puntos débiles del sistema democrático, las relación entre democracia y crítica política. Dice así: "La crítica profunda de los actos de Gobierno es una necesidad y aun una obligación en un sistema democrático. Pero el ataque irracionalmente sistemático, la permanente descalificación de las personas y de cualquier tipo de solución con la que traten de enfocar los problemas del país no son un arma legítima. Algo muy importante tiene que cambiar en nuestras actitudes y comportamientos". La realidad es que veinticinco años después nada ha cambiado al respecto, que la crispación es el estado natural de la democracia española y el medio más fácil para acceder al Gobierno. La tragedia griega de Adolfo Suárez se inicia con su dimisión y el intento de golpe de estado que tuvo lugar apenas un mes después; continúa con la fundación y caída de un nuevo partido político, el CDS, y aparece salpicada por las dificultades económicas, la enfermedad y muerte de su esposa y de su hija mayor, por el fracaso político del único hijo varón, Adolfo Suárez Illana, hasta culminar con la enfermedad degenerativa del protagonista. El libro aporta un gran cantidad de anécdotas por lo que se lee fácilmente. Es realista con el personaje y respetuoso con su obra. Su carácter escasamente sistemático hace difícil utilizarlo como libro de consulta, a pesar de que va acompañado de un índice cronológico sobre la vida de Adolfo Suárez y de un índice onomástico de los personajes citados.