Antes, más y mejor

Me resulta una tarea grata y a la vez dificil hacer una reseña sin extenderme en detalles personales. Solo decir tres cosas del libro: En primer lugar que el autor demuestra con su propia vida que las cosas de Dios, el trato con Él y con los demás de Él es -debe ser- una cosa amable, alegre, cordial y enriquecedora. En segundo lugar, el libro habla de una época y de una zona deprimida como era el Cerro del tio Pío o el Pozo del tio Raimundo, que este lector vivió también muy de cerca en el tiempo y en el espacio. Solo hay un defase de un par de años pero que he re-vivido tanto al leerlo que he rejuvenecido unos 50 años. Por último me une mucho al autor el amor al deporte y a los deportistas. Lázaro hizo su particular apostolado en su mundo laboral, en su caso el deporte. Otros podemos hacerlo en el nuestro, sea cual sea y ójala pudiéramos poner el corazón, el trabajo, el sentido de la amistad y el sentido del humor, que Lázaro demuestra tener en grandes dosis. No creo que pueda olvidar este libro que he leído en tres tirones.

Este es el relato cordial y dinámico de esos años: la infancia y juventud de Lázaro en un barrio obrero con las dificultades de la posguerra; su encuentro con el Opus Dei; su vida en Vallecas cuando era una zona deprimida donde habían ido a parar miles de emigrantes. En este contexto nace Tajamar, una institución educativa que ha contribuido a la mejora humana y social del barrio. Todo está narrado con naturalidad y sin pretensiones: son las memorias de una persona corriente que participó en una tarea de amplia trascendencia.