Aquellos hermosos días de mi juventud

Ana Novac logró sobrevivir al horror del holocausto, en parte gracias a su empeño por escribir su diario pasara lo que pasara y con los medios más increíbles. En este diario, no importan tanto los sucesos del día a día en condiciones inhumanas, como las reacciones de las presas, de los vigilantes, de las autoridades..., con lo que se muestra la complejidad de las personas, con ejemplos de heroísmo junto a otros que muestran la capacidad para el mal, para embrutecerse, para los mayores egoísmos. La situación lleva a plantear diversas cuestiones, como el sentido de la vida, el sufrimiento, el bien y el mal, Dios, la muerte... Más que de respuestas se trata de interrogantes, aunque no faltan atisbos de esperanza ni momentos de humor, en este valioso testimonio que, en cierto modo, es una continuación del Diario que Ana Frank no pudo terminar.