Vida, muerte y reinado del rey Balduino de Bélgica (1930-1993). Hijo mayor del rey Leopoldo III, Balduino perdió a su madre a los cuatro años y con nueve vio su país invadido por los alemanes y su familia desplazada en Alemania y Austria. Al término de la Segunda Guerra Mundial Leopoldo fue acusado de colaboracionismo y tuvo que exiliarse en Suiza. No fue hasta 1950 cuando la familia real pudo volver a Bélgica y Balduino se vio obligado a ceñir la corona por abdicación de su padre. Tenía veinte años. En 1960 contrajo matrimonio con la española Fabiola de Mora y Aragón, aunque la pareja no tuvo hijos. El Rey falleció en Motril (España), en 1993, durante unas vacaciones. El autor se fija en los aspectos humano y espiritual de Balduino, en la cuestión del matrimonio real y en su abdicación temporal, en 1989, para no tener que firmar la ley del aborto que repugnaba a su conciencia.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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1998 | Espasa Calpe |
198 |
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Comentarios
No estamos ante una biografía sistemática sino ante una apología y un libro de espiritualidad. La vida del rey Balduino fue todo menos fácil. Estamos acostumbrados a que los santos sean seres extraordinarios que se elevan por encima del común de los mortales. En este libro vemos como la vida espiritual del rey Balduino pasaba por estar pendiente de los demás; escuchar siempre; en ocasiones tener paciencia con la Reina que, sin embargo, fue su gran apoyo; poner buena cara al despachar con determinado político que era especialmente agresivo con el Rey (en el libro sólo se le cita con una inicial), y acudir a la Virgen Santísima y a Jesús en el Sacramento. El Rey se ve a sí mismo como un principiante, abrumado por los favores de María, que se reprocha no reprimir sus impulsos y perder la presencia de Dios. Siendo católico fue capaz de amar por igual a todos, de separar su papel institucional y su privacidad. Se le acusó de falta de carácter, pero a su muerte el país quedó conmovido. Se pudo comprobar como la gran humanidad del Rey había sido el adhesivo que durante muchos años había unido a un país dividido en dos zonas y dos etnias: la de origen francés y la de origen neerlandés. Poco antes de su muerte Balduino había pilotado una reforma constitucional para transformar el país según un modelo federal. Tanto el Rey como los ciudadanos habían puesto grandes esperanzas en esta reforma que, posteriormente, se mostró incapaz de resolver los problemas: Allí donde las personas no quieren convivir las leyes tienen poco que hacer.