A partir de una carta escrita en 1989 por Juan Pablo II a un amigo judío de la infancia, Jerzy Kluger, ingeniero residente en Roma, el libro relata la historia simple y extraordinaria de una amistad. Transmitida por Kluger al periodista italiano Svidercoschi, la carta fue el punto de partida de largas conversaciones entre ambos. La historia de esta amistad ayuda a entender cómo Juan pablo II comprendía los sentimientos de los judíos.
Comentarios
No se puede decir que sea una
No se puede decir que sea una historia más del Holocausto. Es distinta. Son las historias paralelas de dos amigos, que confluyen después de muchos años del modo mas inesperado. El mejor amigo de aquel judío polaco será un Papa, y este Papa será el primero en visitar la Sinagoga de Roma. La tragedia de la Guerra, del horror nazi, del totalitarismo marxista de Rusia, son temas muy manidos, pero son distintos cuando se reflejan en dos vidas auténticas, tan distintas aparentemente, pero que se unen en una amistad duradera. Es un libro conmovedor y quizá especialmente recomendable para repensar las relaciones entre cristianos y judíos.
El libro es un canto a la amistad verdadera, pues el amigo con quien se encuentra Juan Pablo II en Roma, lo era de la escuela cuando ambos tenían aproximadamente 11 años.
Está escrito como relato periodístico y se lee con facilidad.
Es un buen momento leerlo o releerlo ahora que Juan Pablo II nos ha dejado para tener siempre presentes sus pensamientos y enseñanzas sobre la amistad, el hombre y el pueblo judío. No defrauda.
"Carta a un amigo judío no deja indiferente: da que pensar, sirve para que el mundo que ha conocido el horror del Holocausto haga examen de conciencia. El libro es un himno a la convivencia, a la fraternidad sin fronteras ideológicas o religiosas. ¡Es un canto a la amistad!"
(del Prólogo de Paloma Gómez-Borrero)