El debate sobre la «educación para la ciudadanía» ha quedado en España y en muchos otros lugares del mundo tremendamente polarizado entre aquellos que lo defienden a toda costa: solución de todos los problemas y promesa de todos los éxitos para la pedagogía del siglo XXI; y por otra se encuentran aquellos que temen que este concepto no sea más que un disfraz para introducir de soslayo obsoletas y deshumanizadas formas de educación, relacionadas entre otras cosas con el laicismo agresivo o la ingeniería social.
Sin embargo, en Ciudadanía y democracia en la educación se trata de vencer por medio de un análisis profundo, riguroso, flexible y con un estilo ágil, la insalvable anterior dicotomía. Para ello el autor parte de una perspectiva de análisis educativo cimentada en el pensamiento clásico, a partir del cual establecerá un fructífero diálogo con algunas de las ideas filosóficas más importantes que sustentan la pedagogía democrática de nuestros días.