Es un libro de viajes y literatura, que recoge veinte capítulos escritos entre 1997 y 2004, sobre otros tanto viajes a diversos lugares de América y sobre todo de Europa. Es una visión culta y levemente erudita, en la que maneja amplios conocimientos de literatura, pero también de pintura, música y otras artes, así como historia y sociopolítica. Lo hace de una manera atractiva, clara, bien escrita y con la suficiente tensión literaria como para interesar al lector, aunque éste vaya leyendo temas que no buscaba. En algunas narraciones es principal la ciudad, en otros es el escritor, sus personajes o el tema lo que cobra mayor protagonismo.
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Mediante este libro conocemos más a Ismaíl Kadaré, la idiosincrasia de su país y la situación política por la que discurría la Albania del dictador Enver Hoxha; así como la misteriosa y sorprendente muerte del segundo mandatario en aquel régimen comunista, Mehemed Shehu, a su vez padre de otro escritor actual del país balcánico y mediterráneo, Bashkim Shehu. Viaja a Nueva Orleáns, para hablar del Tranvía llamado Deseo de Tennessee Williams, de jazz, del carnaval, o de cómo la calle Bourbon - y ese tipo de güisqui norteamericano - se denominan así por el apellido de la dinastía borbónica. El Buenos Aires explica a los lectores el origen y la naturaleza del tango y se sirve de algunas citas de Borges. En Bruselas, cuenta cosas curiosas del cuadro de Bruegel sobre Ícaro, pero sobre todo de la soledad de Baudelaire, que vivió y murió allí, hospedado en el hotel ya desaparecido Grand Miroir; y no se olvida de los otros “malditos” Verlaine, Rimbaud y Nerval. En Tánger añora el cosmopolitismo de las décadas de la mitad del siglo pasado, con las visitas de actores de cine, pintores, políticos y espías. Acompaña al río Nieper por Ucrania de la mano de Gogol y a Pierre Lotí en su ciudad natal de Rochefort o en la de sus mejores momentos, Estambul. En fin, un libro culto y ameno, entretenido e interesante.