75 autores clásicos tratan sobre la creación literaria, el trabajo, la vida y la muerte, la guerra y la paz, los diversos tipos de amores, la amistad, la libertad, el exilio, la corrupción, la decadencia, la bondad y la maldad, el silencio y la inocencia..., ofreciéndonos una valiosa geografía del alma, que fácilmente despertará el deseo de ahondar en ella. Por sus páginas aparecen, entre otros, Homero, Esquilo y Sófocles, Aristófanes y Platón, Horacio y Ovidio, Virgilio y Dante, Jorge Manrique y Garcilaso, Santa Teresa y San Juan de la Cruz, Cervantes y Shakespeare, Lope de Vega y Quevedo, Goethe y Leopardi, Balzac y Dickens, Dostoievsky y Tolstoi, Chesterton y Kafka.
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Interesante recopilación de
Interesante recopilación de textos de diversas obras pertenecientes a grandes autores: desde Homero a Kafka. Tal y como explica el autor en una breve introducción al conjunto de la obra, se trata de una selección en la que podrían estar muchos más autores, pero con los citados ya se pueden apuntar “los principales trazos de una geografía del alma con relieves insólitos y expresados con una inteligente belleza” (p. 12).
En el libro se pueden leer certeras reflexiones de muy diversa índole sobre el hombre y su naturaleza, sobre sus virtudes, sus vicios y sus actos a lo largo de la Historia, y el reflejo de todo ello en las obras de grandes clásicos. Así, se pueden encontrar ideas interesantes sobre temas muy diferentes, sirvan como ejemplo los siguientes: la creación literaria en la Ilíada de Homero, el concepto de trabajo en Hesíodo, la supremacía de las leyes divinas en la Antígona de Sófocles, la constante naturaleza humana en la obra de Tucídides, el concepto de amistad en Cicerón y en Montaigne, la verdad en Santa Teresa y la belleza en la poesía de San Juan de la Cruz, entre muchos otros.
El autor, Rafael Gómez Pérez, doctor en Derecho y Filosofía, ha sido profesor de Antropología Cultural en la Universidad Complutense de Madrid durante varios años. Fruto de sus reflexiones nace esta obra, una visión del ser humano, una antropología en la que, como afirma el autor, “se parte de la individualidad, de la singularidad porque la realidad es así: individuos”. A partir de la individualidad, con la sabiduría de la humildad, los buenos modales, el trabajo y las relaciones personales, se construye la sociabilidad: una geografía del alma, con tiempos buenos y malos, subidas y bajadas, cansancio y descanso, pérdidas y reencuentros (p. 203).