Con un estilo palpitante, a la vez que inteligente y provocador, este libro nos demuestra que la Iglesia no es algo que pertenezca al pasado. Escrito en forma de una larga entrevista realizada por Peter Seewald, Dios y el mundo constituye un auténtico manifiesto que reclama un nuevo despertar de los católicos con el que enfrentarse a los peligros y controversias de nuestro tiempo.
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Después de una Introducción larga que desarrolla la fe, la esperanza y el amor de modo muy vivo, no académico para llegar al gran público, discurre en tres grandes apartados sobre Dios, Jesucrissto y la Iglesia. Están pues todos los grandes temas de hoy y de ayer, los que preocupan a todo el mundo.
Se trata de una serie de conversaciones con el periodista Peter Seewald desarrolladas en el tiempo, que plantea los interrogantes y objeciones comunes a la gente de hoy. El entonces Cardenal J. Ratzinger responde con gran equilibrio intelectual y comprensión para quienes piensen de otro modo, o incluso se opongan frontalemnte a la fe. Es una obra verdaderamente útil para pensar y expresar bien los contenidos principales de la fe cristiana en un mundo secularizado, para recomendar a los agnósticos que de veras buscan algo, y para quienes intentamos explicar de modo actual a otros por qué somos creyentes. En cierto sentido es una obra maestra de discurso creyente, intelectual y vital, que sirve de apología serena de la fe.
Pues a mí no me ha gustado tanto. Creo que el entrevistador adquiere excesivo protagonismo, cuando quien interesa es el entoces cardenal; hay demasiadas preguntas, lo que obliga a que las respuestas se queden cortas; la mayoría de lo que nos cuentan imagino que ya lo sabrá una persona de cultura media...
En fin, quiero creer que Ratzinger (hoy Benedicto XVI) da para mucho más.
Siete años después, Peter Seewald vuelve a entrevistar a Ratzinger. Hablan menos de la Iglesia y el mundo y hablan más de Dios y de Jesucristo. El supuesto "Panzerkardinal" y "gran inquisidor" se explica aquí con afabilidad, sin dar nada por supuesto, centrándose una y otra evz en el amor, la entrega, el servicio y el misterio, con la confianza en que "un cristianismo cansado y racionalista vuelva a encontrar vivo al propio Cristo".