Don Gil de la Mancha

En el teatro del Siglo de Oro, incluso las obras menores son interesantes. Esta, cuyo autor se desconoce, recibe la influencia del Quijote, en las locuras del protagonista, también manchego, lo que prueba que los contemporáneos de Cervantes leían su famosa novela como una obra humorística. El protagonista se creee descendiente directo de Adán, pelea en Italia con las tropas de Carlos V y acaba regresando a su pueblo manchego y casándose con su prima, disfrazada de reina africana. Una disparatada comedia de figurón, divertida, con versos de calidad y, entre broma y broma, algunas sentencias interesantes.