Narra la preparación y ejecución de un atentato contra el Gobernador civil de Barcelona por unos anarquistas. La novela hay que situarla temporalmente en los años veinte del siglo pasado.
Habían transcurrido cincuenta años desde que Joseph Conrad publicó "El agente secreto", sobre el atentado anarquista de Greenwich, en Londres; y faltaban quince para "La verdad sobre el caso Savolta", novela de Eduardo Mendoza en la que se trata el anarquismo en Barcelona. En 1960, Tomás Salvador publica "El atentado", que se sitúa temporalmente en los años veinte del siglo pasado.
En ese momento se estaba produciendo en Barcelona una guerra a muerte entre el sindicalismo y el empresariado, cual con sus propios sicarios. El Gobierno respondió nombrando Gobernador civil de la plaza a un especialista en orden público, el general Martínez Anido. Cuando se publicó la novela habían transcurrido cuarenta años desde aquellos sucesos, pero es evidente que, arañando un poco en los archivos y en los bajos fondos de Barcelona se conservaba el recuerdo. El autor, inspector de policía, tenía acceso a ambos.
En la novela, el Gobernador es un antiguo coronel legionario y el autor nos presenta a un grupo anarquista que intenta darle muerte. La presentación de los personajes que hace Tomás Salvador es espléndida. Va describiendo uno a uno a los miembros del grupo anarquista, con sus rasgos más chocantes: uno está muy enfermo, otro vive amancebado en una pensión, y el más joven, un estudiante, suspira por acostarse con una mujer. El superviviente del grupo, Julio Mandarino, aspira a ser dueño de una taberna y retirarse de la política.
También están bien retratados el Gobernador y su entorno: su asistente, antiguo legionario, y su pequeña amante. Encontramos una pensión y a su patrona, a una gitana que vende claveles y un vendedor de palomitas. Todo los personajes tienen un gran atractivo.
Las claves de la novela están en los capítulos cortos, en los que se desarrolla una sola escena, y el estilo literario de Tomás Salvador: "Una frase punto y seguido". Tomás Salvador es brillante a base de ser escueto. En algunos momentos se comprueba cómo es capaz de dibujar un paisaje, pero no se permite el más mínimo exceso o ese derroche de adjetivos que otros autores consideran literario. Pienso que nos encontramos ante una buena novela para aprendizaje del estilo.
Fue ganadora del Planeta en una época en la que el premio tenía enjundia y realmente galardonaba a escritores de mérito. Tanto el estudio del general-gobernador como de los pobres revolucionarios es bueno, al igual que de la manate y su entorno. La prosa es fácil y agradable de leer y está muy dosificado.
¿Cómo se pueden considerar pobres revolucionarios a unos anarquistas que matan a un Gobernador Civil en venganza por unos compañeros muertos? Ellos mismos reconocen que la víctima no les ha perjudicado en nada, pero alimentan la espiral de violencia que se produjo en Barcelona en los años veinte del siglo pasado. Donde dice "la madate y su entorno" supongo que quiere decir la amante y su entorno.
Comentarios
Habían transcurrido cincuenta
Habían transcurrido cincuenta años desde que Joseph Conrad publicó "El agente secreto", sobre el atentado anarquista de Greenwich, en Londres; y faltaban quince para "La verdad sobre el caso Savolta", novela de Eduardo Mendoza en la que se trata el anarquismo en Barcelona. En 1960, Tomás Salvador publica "El atentado", que se sitúa temporalmente en los años veinte del siglo pasado.
En ese momento se estaba produciendo en Barcelona una guerra a muerte entre el sindicalismo y el empresariado, cual con sus propios sicarios. El Gobierno respondió nombrando Gobernador civil de la plaza a un especialista en orden público, el general Martínez Anido. Cuando se publicó la novela habían transcurrido cuarenta años desde aquellos sucesos, pero es evidente que, arañando un poco en los archivos y en los bajos fondos de Barcelona se conservaba el recuerdo. El autor, inspector de policía, tenía acceso a ambos.
En la novela, el Gobernador es un antiguo coronel legionario y el autor nos presenta a un grupo anarquista que intenta darle muerte. La presentación de los personajes que hace Tomás Salvador es espléndida. Va describiendo uno a uno a los miembros del grupo anarquista, con sus rasgos más chocantes: uno está muy enfermo, otro vive amancebado en una pensión, y el más joven, un estudiante, suspira por acostarse con una mujer. El superviviente del grupo, Julio Mandarino, aspira a ser dueño de una taberna y retirarse de la política.
También están bien retratados el Gobernador y su entorno: su asistente, antiguo legionario, y su pequeña amante. Encontramos una pensión y a su patrona, a una gitana que vende claveles y un vendedor de palomitas. Todo los personajes tienen un gran atractivo.
Las claves de la novela están en los capítulos cortos, en los que se desarrolla una sola escena, y el estilo literario de Tomás Salvador: "Una frase punto y seguido". Tomás Salvador es brillante a base de ser escueto. En algunos momentos se comprueba cómo es capaz de dibujar un paisaje, pero no se permite el más mínimo exceso o ese derroche de adjetivos que otros autores consideran literario. Pienso que nos encontramos ante una buena novela para aprendizaje del estilo.
Fue ganadora del Planeta en una época en la que el premio tenía enjundia y realmente galardonaba a escritores de mérito. Tanto el estudio del general-gobernador como de los pobres revolucionarios es bueno, al igual que de la manate y su entorno. La prosa es fácil y agradable de leer y está muy dosificado.
¿Cómo se pueden considerar
¿Cómo se pueden considerar pobres revolucionarios a unos anarquistas que matan a un Gobernador Civil en venganza por unos compañeros muertos? Ellos mismos reconocen que la víctima no les ha perjudicado en nada, pero alimentan la espiral de violencia que se produjo en Barcelona en los años veinte del siglo pasado. Donde dice "la madate y su entorno" supongo que quiere decir la amante y su entorno.