Diego Alatriste y Tenorio, soldado de los tercios viejos de Flandes, espadachín a sueldo en el Madrid de Felipe IV, no debería haber aceptado aquel trabajo. Su instinto, forjado en emboscadas y estocadas traicioneras, le decía que era un error poner su acero al servicio de dos enmascarados que pagaban demasiado bien por un asunto demasiado fácil.
Matar a dos viajeros a la luz de la luna, sin testigos y con la ayuda de otro brazo de alquiler era como robarle el pan a un niño. Pero le hacía falta el dinero y aceptó, aunque sin saberlo estuviera rubricando su propia sentencia de muerte. Entre sus nuevos enemigos iban a figurar, a partir de ese día, el sanguinario espadachín Gualterio Malatesta, el mismísimo Luis de Alquézar, secretario del Rey, y lo que es peor, fray Emilio Bocanegra, cruel inquisidor, tan poderoso en la tierra como pudiera serlo en el infierno.
Sólo la amistad del renqueante Francisco de Quevedo -dispuesto siempre a batirse, con el verbo o el acero- y la fidelidad de algún ex compañero de Flandes harán que la vida de Alatriste valga algo más de medio doblón de a cuatro. Pero no mucho más...
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2006 | Punto de lectura |
217 |
978-84-663-2053-5 |
Comentarios
Primer libro sobre el peculiar personaje "Alatriste" que aunque el título le da el rango de capitan, en realidad no lo es. Obra muy conocida y leida, así como traducida a varios idiomas, que deleita con la lectura pues las aventuras son continuas, el ambiente de la época está muy bien plasmado con profusión de datos que muestra lo bien documentado que suele estar este autor al acometer sus obras literarias. La honestidad y el sentido del honor del personaje queda bien patente, tanto que le llevan a enfrentarse al Conde Duque de Olivares. Está escrita con limpieza y agilidad de tal forma que hacen muy agradable su lectura. Me parece que es muy recomendable para todo tipo de lectores.