Charles Balanda tiene 46 años. Hombre de familia y arquitecto de éxito, pasa las horas entre aviones y aeropuertos. Pero un día recibe la noticia de la muerte de Anouk, una mujer a la que amó durante su infancia y adolescencia, y los cimientos sobre los que había construido su vida empiezan a resquebrajarse. Será el recuerdo de Anouk, una persona tremendamente especial que no supo ni pudo vivir como el resto del mundo, lo que le impulsará a dar un giro radical y cambiar su destino.
Desbordante y llena de humor es, en esencia, una gran historia de amor. Pero aquí el amor no es sólo la atracción entre dos personas, sino una gran respuesta a la pregunta de si la vida merece la pena. El consuelo es un himno a la esperanza y a las segundas oportunidades.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2008 | Seix Barral |
640 |
978-84-322-5078-1 |
Comentarios
La historia es simple, no destaca la técnica literaria, no hay un complejo de situaciones ni un final impactante. Toda su vida da un vuelco cuando recibe la noticia de la muerte de Anouk, madre de su mejor amigo de la infancia y su amor durante su época de adolescente. En ese momento recuerdos y sentimientos que creía olvidados caen sobre él y dan lugar a que este comience a replantearse tanto su vida actual, como el futuro.
Utiliza frases cortas y punzantes gracias a ese estilo mantiene la atención. Le falta algo de ritmo en su primera parte, la segunda mitad, que coincide con la aparición del personaje que completa la historia, es mucho más rápida.
La actitud del protagonista es totalmente pasiva ante su propia vida. Opta por “salir corriendo” de ella: de un matrimonio, de un ambiente social. La vida pasa a ser una huida de todo. Aunque el auténtico problema está en uno mismo, su visión de las cosas y como se encara la realidad. Más existencialismo relativista, sin respuesta.