El cuaderno gris

El cuaderno gris (El quadern gris, en catalán) es un diario que relata las vivencias de Pla en su último curso en la Universidad (1918-19). El gran mérito que tiene esta obra, y que es lo que la convierte en una joya literaria, es que fue escrita muchos años después de que Pla finalizara la carrera de Derecho; eso es algo que se nota en algunos pequeños errores de cálculo con las fechas y en algunas menudas atemporalidades que denotan que ese diario no fue escrito en las fechas que parece haber sido escrito.

Nadie que lea El cuaderno gris, obra maestra del catalán, debe creerse a pies juntillas lo que en él se dice. El del Alto Ampurdán acostumbraba a mezclar en sus dietarios datos reales con otros ficticios. Por ejemplo afirma aprobar por los pelos cuando sus notas eran de las más altas de la clase.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1998 Destino
608
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3.333332
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Comentarios

Imagen de fcrosas

Muy bien escrito, pero no me gusta. El conjunto resulta triste, desesperanzado. Sólo para forofos del género memorias. Prefiero sus relatos costumbristas, como Las cinco historias del mar.

Imagen de cdl

Pla saca petróleo de donde no lo hay. Convierte en alta literatura un ambiente rural en donde no hay nada aparte de vacas y campesinos. Es eminentemente un paisajista, un retratista que supo describir como nadie una sociedad y una época. Parte de una observación minuciosa de las cosas, por lo que en su diario predomina la descripción sobre la acción. Era partidario de escribir en un catalán escasamente elaborado, casero, desnudo, llano y si me apuran, hasta ausente de emoción. Creía que la literatura es mejor cuando la lengua utilizada se parece más a la hablada por el pueblo, a la de casa, a la de la familia. Pla es el Stendhal catalán. Por su trabajo como periodista estaba acostumbrado a escribir artículos bajo la tiranía que es la falta de tiempo, por lo que tampoco se prestaba a hacer malabarismos lingüísticos en sus libros.

Sin embargo toda la sencillez de la forma contrasta con la complejidad del fondo, pues el catalán aborda desde su vastísima cultura las cuestiones intelectuales y literarias que más preocupaban en ese tiempo.