El diario hablado de Clara

Clara es una niña alegre, positiva, despierta, charlatana y observadora, muy sensible... crece en una familia unida donde el amor es el ámbito habitual de convivencia: padres, abuelos,,, todos se vuelcan con ella. El padre es ginecólogo. La madre es pintora. Dialogan muchísimo de todo con la niña.... de modo que esta va creciendo en un ambiente cultivado, cuidado, lleno de amor e inteligencia.
El libro está cargado de emociones y sensibilidad. Abundan los besos y abrazos motivadores. Celebran la vida y trasmiten y viven maravillosamente la noticia de un nuevo hermanito en camino... que luego serían ¡dos gemelitos!. Clara no cabe en sí de alegría... Tal vez, para algunas sensibilidades el contexto amoroso pudiera resultar excesivo (mi amor, cariño, mi niña, mi reina...); pero el relato merece toda alabanza. Al leerlo se respira el contento y la alegría... Los padres son cariñosísimos y están pendientes de ella en todo momento, y esto fortalece la personalidad de Clara. También le enseñan a hacer las cosas bien y a saber reaccionar positivamente. Está cargada de buenas intenciones.

Tras el personaje principal y su entorno se ve la rica, fuerte y brillante personalidad de la autora y el contexto en el que ha vivido y madurado. Por ejemplo: Clara, tan pequeña, vibra con la música, va -y no es la primera vez-, emocionada, con la abuela de concierto nada menos que al Auditorio Nacional de Música, la abuela le explica lo que va a escuchar, y Mozart y Holst serán sus preferidos a partir de ese momento... Capta perfectamente lo que es un movimiento, el ritmo.... Valora la creatividad de los músicos y artistas...

Ante algún disgusto y contradicción, por lo que sufre, los adultos que le rodean saben reaccionar oportunamente, le ayudan a superar esas dificultades. Primero con afectividad, que ella se sienta segura del cariño y amor de los suyos. Luego dialogan mucho con ella y le explican las cosas como son. La verdad reina... y brilla. Ella es diferente. Esto no es malo ni triste. Pero eso precisamente la convierte en singular e interesante. Muy bien tratado el tema de la adopción.

Otro capítulo que merece atención es el de las ilustraciones de Arsenia Tenorio, llenas de ternura, color y soltura. Complementan muy acertadamente el texto. Cada capítulo tiene una doble página totalmente ilustrada, y salpicadaos hay otros dibujos entre el texto, llenos de gracia y simplicidad.

Emociona leer un libro tan positivo, a favor de la familia, de la vida, de la educación... Ojalá no sea el último que escriba, pues Clara podría convertirse en una nueva "Celia" de los tiempos actuales.

Gustará a partir de los 7 años, pero más aún a adultos interesados en el tema de la paternidad, la adopción, el cultivo de valores...
La autora, generosamente, ha cedido sus derechos de autor a favor de Aldeas Infantiles SOS y Save the Children.