El furor de los Normandos

Gonzalo y Martina están jugando en lo alto del monte de Santiago cuando ven aparecer unas naves venidas del Norte. Rápidamente dan la voz de alarma, pero ya es demasiado tarde. Junto a un nuevo amigo y algunos caballeros, Gonzalo tendrá que hacer frente a los crueles vikingos. Sorteará obstáculos y peligros mientras intenta poner a salvo la legendaria cruz de Santiago, que otorga el poder de ser invencible a quien la porta, por lo que será codiciada tanto por el ejército cristiano como por los terribles normandos. 

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2018 Palabra
160
978-84-9061-690

Colección Astor Jr.

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Novela juvenil de aventuras, en la que se entremezclan la ficción y los sucesos históricos. Como narra el autor en una nota preliminar al relato, “en la Edad Media las costas de Galicia soportaron ataques e invasiones de los temidos guerreros vikingos”, que buscaban tanto apropiarse de riquezas y valiosas reliquias, como establecerse en las tierras gallegas como lugar estratégico para futuras conquistas.

El protagonista del relato es Gonzalo, un niño de 12 años, nacido en Axón, un pueblo de pescadores. Una mañana, mientras juega con su amiga Martina en el monte de Santiago, ve acercarse una flota de doce naves vikingas que invaden la costa y saquean su pequeña aldea. A partir de ese momento, se suceden las aventuras y desventuras del joven que recibirá diferentes tipos de ayuda a lo largo de la trama: la protección de una cruz legendaria (que se decía que había pertenecido al Apóstol Santiago); la amistad y compañía de Fray Antonio, un monje del cercano monasterio de San Benito; y la colaboración del conde Lendoiro, que se enfrentará en una dura batalla contra los piratas normandos y su temible jefe Erik el Terrible.

En conjunto, se trata de una obra recomendable para el público juvenil tanto por el fondo como por la forma. Con un estilo claro y preciso, el autor M. L. Sancho (ya muy conocido en el ámbito de la narrativa juvenil) muestra un gran dominio del lenguaje, en el que destacan las descripciones de personajes, paisajes y acciones, llenas de adjetivos plásticos y sugerentes. Por otra parte, plantea una trama interesante y entretenida,  en la que destacan los valores de la amistad, la confianza y la sinceridad, unidos a los temas religiosos que están muy bien tratados.