Hacia 1935. Ned es hijo de un pastor protestante. Su madre está inválida a causa de una enfermedad incurable. Con motivo de su undécimo cumpleaños, su tío regala a Ned una escopeta de aire comprimido. Esto disgusta a su padre, que guarda la escopeta en el desván e indica a Ned que se olvide de ella. Ned, sin embargo va al desván a escondidas, por la noche, y se va con la escopeta al bosque, donde dispara a una sombra. Al regresar a casa se da cuenta de que hay alguien en la ventana que le ve. Poco más adelante, descubre a un gato negro al que le falta un ojo quizá a causa de un disparo. Junto con el señor Scully, un anciano solitario al que Ned ayuda una o dos horas todas las tardes, se dedica a cuidar al gato, pero no se atreve a hablar del asunto con sus padres.