En este futuro tecnológico totalitario, la adecuación de los sujetos a la sociedad se mide con la ayuda de un ciberescáner capaz de trazar los detalles de una vida en forma de matriz holográfica. Cada vida se materializa como un entramado de líneas de colores que adopta la forma de una flor... pero la matriz de Richard Thorne tiene un aspecto más parecido a una maraña de malas hierbas.
Ésta es su historia, contada a modo de informe por el guardián de almas Sol Thacher, uno de los responsables de encontrar y reeducar a los sujetos anómalos de esta sociedad a caballo entre Un mundo feliz y Desafío total, en un relato que capta las miserias y la increíble capacidad creativa del ser humano.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2009 | La Factoría de ideas |
316 |
9788498004434 |
Comentarios
Siempre me han gustado las utopías ("1984", "Un mundo perfecto"), y "El guardián de almas" está en la línea de los bien trabados. Digo bien trabados porque las utopías muchas veces, en la trama, tienen lagunas, escenas mal resueltas y agujeros por todas partes. Y esta no. Aparece la doble moralidad como un anestésico de la conciencia, muy bien pensado, por cierto. Y muestra cómo la libertad humana no se puede constreñir a unos parámetros decididos de antemano por otro ser humano. No creo, menos mal, que lleguemos jamás a esto (es más, creo que es imposible, gracias a Dios), pero sí que hay ciertas similitudes con algunos de los ideales de "vida perfecta" que tenemos hoy en día: comodidad, placer, hedonismo, que nos adormilan el alma y la conciencia. Lo recomiendo.