Una de las grandes comedias o quizá mejor decir farsas de la literatura universal. Los habitantes de una pequeña ciudad rusa esperan la visita de un inspector, todos temen que descubra su hipocresía, corrupción...
La visión ácida y crítica que Nikolai Gogol (1809-1852) tenía de la Rusia del zar Nicolás I, puesta de relieve en sus «Historias de San Petersburgo» (L 5505) -entre las que se cuentan relatos tan célebres como «La nariz» y «El abrigo»- y más aún en su novela «Almas muertas» (L 5714), encuentra quizá su más acerada y universal expresión en "El inspector", obra que en su primera representación en 1836 dejó conmocionada a buena parte del público asistente.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2005 | Hiru |
208 |
Edición cuidada, se lee con comodidad, buen papel, tiene alguna errata y alguna incorrección sintáctica o morfológica en la traducción. |
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2009 | Alianza Editorial |
264 |
9788420682549 |
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo |
Comentarios
La crítica de Gógol, ambientada en la Rusia zarista, tiene valor universal y resulta muy actual en estos tiempos en que proliferan las noticias sobre corrupción, abusos de poder, etc. En cinco actos y escenas breves, nos va retratando a unos personajes muy normales -podríamos ser uno de ellos- que llevan una doble vida, la de las apariencias y la real, llena de ambiciones, abusos, trampas, engaños... Y, además, resulta que son víctimas de sus propios engaños. Obra genial y demoledora. A través de la farse, Gógol consigue interpelar al público de ayer y de hoy.