Segunda entrega de las aventuras de Connwaer -a quien llaman Conn-, un chico receloso, entrenado como hábil ladrón, que tiene entre doce y catorce años y grandes facultades para sentir y ejercer la magia. Por eso un mago lo toma como aprendiz y lo aparta del mundo del delito. Sin embargo, los problemas le persiguen y sobre él se cierne un gran peligro.
La obra es un clásico relato de aventuras donde la hechicería negra y la magia blanca se enfrentan en el típico combate entre el mal y el bien.