Una de las novelas "mayores" de Greene, junto con El poder y la gloria, El fin de la aventura y El revés de la trama. Escrita en 1943, en plena Guerra Mundial, esta compleja historia se sitúa en el Londres sometido a intensos bombardeos nocturnos. Arthur Row, un antiguo periodista atormentado porque ha asesinado a su esposa enferma "por compasión", y libre ya después de una temporada en el manicomio, se ve implicado en una extraña trama al ganar un pastel en una rifa benéfica. De pronto, demasiada gente se interesa por el premio, y comienzan los crímenes y las amenazas. Son tiempos en los que asesinar es rentable, y –al serlo- el asesinato "se vuelve respetable". Se suceden escenas de espiritismo, enigmáticas maletas que hay que transportar, amigos que aparecen y desaparecen, amnesias terribles. El terror va tomando cuerpo y el amor también. Se intuye de fondo un complot internacional destinado a robar secretos de estado, y Arthur será un juguete más en manos de ese "ministerio del miedo", capaz de montar clínicas siquiátricas y simular obras de beneficencia. Pero, más allá de las peripecias concretas, Arthur entenderá que el ministerio del miedo es, en realidad, "tan grande como la vida misma", porque a él pertenecen todos los que aman. Y "si se ama, se tiene miedo". Un miedo que obliga a mentir y traicionar para salvar al ser amado. Además de una apasionante historia de misterio –que sólo se va aclarando hacia el final-, esta novela contiene una aguda percepción acerca de la compasión, "la peor de todas las pasiones", pero también la única manera de domesticar al monstruo que llevamos dentro.
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Arthur Rowe, el protagonista de esta novela, lleva sobre su conciencia la muerte de su esposa, a la que ayudó a morir para evitar que continuara padeciendo el dolor de una enfermedad incurable. Años después, durante la época de los peores bombardeos alemanes en Londres, Rowe deberá enfrentarse de nuevo a una acusación de asesinato como consecuencia de la pérfida trama urdida por un grupo de agentes alemanes dispuestos a desmoralizar y debilitar al Gobierno británico. El tema de la culpa, uno de los que más preocupó siempre a Greene, recibe en esta ocasión un original tratamiento en el que la reflexión ética y el estudio psicológico quedan ligeramente velados por el humor y la intriga.