El Padre Smith ejerce su ministerio en una ciudad escocesa. Su feligresía es pobre y, en una gran parte, ítalo-irlandesa. No es obstáculo para vivir su sacerdocio piadosamente y con una gran compasión por todos.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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1957 | Luis de Caralt |
280 |
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Un libro simpático y
Un libro simpático y costumbrista. Describe el ministerio de un sacerdote católico, el Padre Smith, en una ciudad escocesa. La narración está situada en el periodo que va desde principios del siglo veinte hasta la segunda guerra mundial. Piadoso y sencillo, el P. Smith puede considerarse un Don Camilo escocés.
La obra destaca por la pintura que hace el autor de sus personajes: sacerdotes, feligreses o las monjitas francesas refugiadas. Como se deduce ya por el título, el autor se complace en los aspectos originales y humorísticos de los personajes. Otro atractivo de la obra es que nos describe una Iglesia católica que no es exactamente la de hoy. La importancia de las ceremonias litúrgicas y de la administración de los sacramentos; la atención a los niños y la conversión de los que están apartados, centran las preocupaciones del P. Smith.
Un personaje emergente en la novela es el del P. Scott. Sacerdote recién ordenado, abunda en ideas nuevas y en un original enfoque de las cuestiones. Muy joven es nombrado Obispo. Bruce Marshallp ertenece a una espléndida generación de novelistas católicos en lengua inglesa, que terminarían como novelistas a secas; forman parte de ese grupo Graham Greene o el australiano Morris West.