La vida de Carmen da un giro inesperado cuando llega al pueblo don Carlos, el nuevo maestro. Él le enseñará otras formas de aprender, y le transmitirá la importancia de la amistad y de creer en sí misma.
María Lorenzo, ganadora del XIX Premio Jordi Sierra i Fabra para jóvenes, nos traslada a la España de 1936, en la preguerra, con una tierna historia contada desde el punto de vista de una niña.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2024 | Ediciones SM |
168 |
978-8411826440 |
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Novela juvenil sobre la
Novela juvenil sobre la infancia, el colegio y los maestros que han dejado huella en nuestras vidas. Ambientada en un pueblo de León en 1936, meses antes de que se inicie la guerra civil española, la protagonista es Carmen, una niña que vive una situación familiar triste y difícil tras la muerte de su padre, minero. Pero con la llegada de D. Carlos, el nuevo maestro, un hombre joven de actitud dialogante y con mucha psicología infantil, todos los niños del pueblo asisten con ilusión a clase. Porque, además, el maestro tiene un muñeco barrendero, llamado Bartoldo, un muñeco de cuerda con movimientos pausados, que todos los días pone un toque de magia al comienzo de las clases. Así, durante unos meses, que marcarán sus vidas, los niños viven un período de formación intensa y llena de valores hasta que el conflicto bélico llega al pueblo.
La joven escritora leonesa María Lorenzo Valero, de 16 años, ha sido galardonada con el Premio Jordi Sierra i Fabra 2024 por esta magnífica novela, en la que demuestra una gran madurez. En palabras del jurado, se trata de un “relato realista, intenso y bellamente escrito, con una profunda sensibilidad”. Así, la obra está inspirada en la historia real de una anciana de la Residencia Santa Luisa de León, donde la autora participó en un programa de voluntariado de Cáritas. La anciana, que vivió la guerra siendo niña, destaca entre sus recuerdos la llegada del nuevo maestro al pueblo que les trajo otras formas de aprender, motivación, ilusión y alegría en el aula, que quedaron grabadas para siempre en sus alumnos. El relato, enmarcado en los inicios de la guerra civil española, presenta con objetividad y de forma ecuánime unos hechos reales en los que murieron hombres, mujeres y niños, inocentes, víctimas sin ideología política. Como afirma con gran acierto la autora, “durante la guerra civil, hubo personas que eligieron la intolerancia y la crueldad, pero también civiles inocentes que se vieron obligados a empuñar un arma para no perder la vida” (p. 166). Así pues, una obra muy recomendable para acercarse a los hechos históricos desde otra perspectiva en la que también caben la compasión, la amistad y la ilusión: una luz interior de algunas personas (quizá maestros) que no puede “apagarse por nada del mundo”.