Vademecum sobre el Opus Dei. Hace una síntesis de toda la información relevante sobre esa Prelatura de la Iglesia Católica. Se divide en cinco partes: 1. San Josemaría Escrivá (Fundador del Opus Dei). 2. La espiritualidad del Opus Dei. 3. La estructura jurídica del Opus Dei. 4. Los miembros del Opus Dei. 5. Otros aspectos de la espiritualidad del Opus Dei. El libro es una traducción de la obra del mismo nombre, publicada por Presses Universitaires de France, en la colección Que sais-je?
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El núcleo de la obra está en el tratamiento teológico del laicado y, sobre todo, del laicado en relación con el mundo. El autor se remonta al Génesis para recordar que, cuando Dios creó al hombre, le puso en un jardín para que lo trabajase, y añadió: Procread y multiplicaos. Henchid la tierra y sometedla. Una concepción espiritualista de la religión habría olvidado esta concepción del mundo como obra compartida de Dios y de los hombres. Los medios para alcanzarlo son espirituales y materiales, y dentro de los medios materiales están todas las actividades humanas lícitas: el trabajo profesional, la vida social y familiar, el arte y la cultura, la solidaridad y la política. Todas las actividades humanas honradas son medios aptos para santificarse en medio del mundo y dirigirlo hacia Dios. En el aspecto eclesial, el Opus Dei se basa en la igualdad fundamental de los fieles en la Iglesia, derivada del Bautismo. Esta igualdad ha sido recogida por el Concilio Vaticano II, especialmente en la constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium, que realiza una llamada universal a la santidad; y en el decreto conciliar Apostolicam Actuositatem, sobre el apostolado de los laicos. En el aspecto jurídico-canónico, Le Tourneau define una Prelatura como un programa pastoral de la Iglesia, jurídicamente estructurado, que se realiza en cada diócesis con el consentimiento previo del Obispo respectivo. La prelatura personal del Opus Dei está dirigida por un Prelado u Obispo, con su clero propio, repartido por todo el mundo. Su finalidad es recordar a los hombres y mujeres la llamada universal a la santidad en medio de los afanes cotidianos. Se dirige fundamentalmente a los laicos, pero sin interferir con su pertenencia a otras estructuras eclesiales como son la parroquia o la diócesis. Como una manifestación más de ese deseo de orientar el mundo según la voluntad de Dios, y en el ejercicio de sus legítimos derechos como ciudadanos, algunos fieles de la Prelatura realizan tareas educativas y de desarrollo en diversos países. Colaboran con ellos los cooperadores, hombres y mujeres que no son del Opus Dei, ni necesitan ser católicos ni cristianos, pero que se dan cuenta de la importancia de esa labor de humanización y transformación, realizada desde la base de la sociedad con un espíritu cristiano.