Una novela sobre la relación entre los Estados Unidos y México, los clanes de la droga, la DEA y las guerrillas izquierdistas en hispanoamérica.
El protagonista, Art Keller, es una agente de la DEA que se decide a vengar la muerte de un compañero a manos de los narcos mexicanos.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2009 | Penguin Random House Grupo Editorial S. A. U. |
720 |
978-84-397-2352-3 |
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El autor pretende destapar el
El autor pretende destapar el mundo peligroso y criminal que gira alrededor de las drogas que llegan a los EE.UU. desde hispanoamérica; no solo de la mano de los narcotraficantes sino también de las fuerzas policiales y políticas que los combaten. En la novela -y posiblemente en la realidad- la lucha contra la droga se mezcla con el combate a las guerrillas izquierdistas en Centroamérica y Colombia; de esta forma, los fondos que asigna el Congreso de los EE.UU. contra la droga pueden ser desviados a la lucha política, y de la misma extraña manera los cultivadores de coca pueden terminar apareciendo como aliados de los norteamericanos.
El investigador de la DEA en Guadalajara (México), Art Keller, se ha descontrolado respecto de sus superiores y se involucra en el asesinato de algunos narcotraficantes mexicanos. Es posible que los narcos tengan momentos de éxito, pero al final sus vidas terminan de una forma miserable combatiéndose entre ellos. Los protagonistas de la novela están bien caracterizados y son interesantes, el relato avanza rápido, pero la novela es larga y poco a poco se va haciendo más lenta y también más cruel. Unos personajes entran y otros salen, de forma que al final no sabemos quién es quién y en qué bando hay que situar a cada uno.
Winslow incluye en la novela el asesinato del Cardenal Arzobispo de Guadalajara, hecho real sucedido en 1993, en el aeropuerto de esa ciudad. En la novela aparece con el nombre de obispo Parada. El autor justifica el asesinato de Parada porque éste iba a comunicar al Nuncio de Su Santidad una serie de irregularidades cometidas por el gobierno azteca que no convenía que salieran a la luz. Desde El Código da Vinci parece que el Opus Dei es novelable, así lo hace Winslow cuando a uno de los sujetos más antipáticos de la novela, un narcotraficante y asesino norteamericano, lo incorpora a la institución católica sin venir a cuento.
Una novela demasiado larga, que constantemente se remite a hechos reales.