Aunque la cabeza aún no le falla, los ojos de Elizabeth ya no son lo que eran. Como ya no es capaz de enfrascarse en sus adorados libros ni de contemplar los cuadros que la conmueven, llena ese vacío con música y los recuerdos de su familia, en especial de su amada hermana gemela, Emily. Cuando por azar se descubren los diarios de su padre después de un accidente, el pasado se vuelve omnipresente.
Con la ayuda de Morgan, una adolescente problemática que realiza servicios comunitarios en su residencia de ancianos, Elizabeth estudia los diarios, un viaje a través del tiempo que acerca a ambas mujeres. Entrada tras entrada, esta improbable pareja de amigas se va sumergiendo en un mundo que dista mucho del que habitan: la isla Porphyry en el lago Superior, en Canadá, un lugar de naturaleza bellísima pero salvaje e incluso peligrosa, donde el padre de Elizabeth se encargó del faro setenta años atrás y creó su familia.
A medida que las palabras de esas páginas mohosas cobran vida, Elizabeth y Morgan comienzan a darse cuenta de que sus destinos están conectados a la isla remota de una manera que nunca habrían imaginado. Mientras que el descubrimiento de la conexión de Morgan arroja luz a sus propios misterios de familia, las páginas gastadas de los diarios harán tambalearse los cimientos de todo lo que Elizabeth creía saber y sacarán a la luz los secretos del pasado.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2017 | Harper Collins |
336 |
978-84-9139-167 |
Comentarios
El planteamiento es ya un
El planteamiento es ya un clásico: a una chica jóven, grafitera, la pilla la policía y la condenan a limpiar la verja que ha pintado y que pertenece a una residencia de ancianos. Allí coincide con una señora mayor ciega, residente, a la que ayuda a leer unos cuadernos de su padre, que fue farero en una isla de Canada. Desde ese momento se comienzan a desarrollar varias historias -la actual y la de la vida de la anciana- muy interesantes. Los capítulos llevan el nombre de la chica, Morgan y el de la anciana, Elizabeth que cuentan lo que están viviendo en ese momento o recordando de su pasado. Una historia que describe el modo de vivir en un faro hace dos siglos y la epopeya de una familia llena de secretos y experiencias. Los personajes están muy bien reflejados, es muy amena y recuerda aquellas narraciones del siglo XIX llenas de giros en el argumento que no llegas a intuir hasta la última página. Un par de brevísimos apuntes sensuales.