Lady Maud Handyman es la última descendiente de una familia enriquecida con la fabricación de cerveza que ahora atraviesa por horas bajas. Maud quiere continuar la dinastía y contrae matrimonio con Sir Giles Lynchwood, un hombre rico de oscura procedencia. Pero a los cuarenta años Maud sigue siendo virgen y el asunto no tiene trazas de cambiar. Sir Giles, por su parte, planea una autopista que pase por la casa solariega de Handyman Hall a fin de cobrar la expropiación y abandonar a su mujer. Blott, el temible jardinero enamorado de Maud, lo impedirá.
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El humor inglés, tan célebre en su momento, parece que estuviera atravesando por horas bajas al igual que la cerveza Handyman. “EL temible Blott” es una novela de enredo en la que cada uno de los personajes tiene rasgos característicos: Maud, la emprendedora heredera de un linaje cervecero, es engañada por Sir Giles Lynchwood. Este es un especulador inmobiliario y Diputado Conservador al que le gusta recibir azotes en la cama. Blott, el jardinero de Handyman Hall a donde llegó como prisionero de guerra, adora a Maud y al sistema británico. Alemán de origen, se hace pasar por italiano porque nada teme más que ser devuelto a su país. Por último está Dundridge, un rígido y chalado funcionario, que recibe plenos poderes para vigilar la construcción de la autopista. Nos encontramos ante un anuncio, en clave de comedia, de la corrupción del cemento y el ladrillo que pronto iba a declararse como una plaga en Gran Bretaña y otros países europeos. Sexo (muy ligero), política y dinero confluyen en la persona de Sir Giles Lynchwood, prototipo de los personajes odiosos e interesados. La novela está bien escrita y se lee fácilmente. En algunos puntos la redacción es espléndida.