El último Catón

El último Catón es una novela fantástica, de aventuras, en un entorno supuestamente religioso. Comienza con el dato de que están desapareciendo en todo el mundo las reliquias de la Cruz de Jesucristo o "lignum crucis". Alarmada la Santa Sede, forma un grupo de investigadores para averiguar la causa de tal anomalía.

El grupo estará formado por un rudo capitán de la Guardia Suiza del Pontífice, una religiosa italiana del Archivo Secreto vaticano y un arqueólogo egipcio de religión copta. Estos descubren que, desde las Cruzadas, existe un grupo internacional destinado a custodiar la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo, que ha llegado hasta nuestros días y hoy funciona como sociedad secreta. Sus miembros reciben el nombre griego de staurafilakes y su jefe es el Catón. Ellos son los responsables del robo de las reliquias.

Los staurafilakes llevan tatuada en sus cuerpos la imagen de la Cruz, y, para ingresar en la secta, deben someterse a durísimas pruebas en las que arriesgan sus vidas. Los investigadores deciden arrostrarlas a fin de introducirse en esta sociedad. Para resolver los distintos desafíos se valen de pasajes del Viaje al Purgatorio, de la Divina Comedia de Dante. Consiguen superarlos y son llevados al Paraíso Terrenal de los staurofilakes. Se trata de un mundo subteráneo en el cual residen el Catón con sus ayudantes. Allí se custodia la Santa Cruz de Jesuscristo. Los investigadores se dan cuenta de que nunca podrán revelar al mundo sus increíbles descubrimientos. La religiosa -ya en el mundo exterior- abandona los hábitos para contraer matrimonio con el egipcio, en tanto que el capitán decide permanecer en el mundo subterráneo.

Como se ve, el argumento es algo infantil -entre Indiana Jones y Dan Brown-. La novela fue escrita cuando todavía era Pontífice el papa Wojtyla y parece impropio citar nominalmente a san Juan Pablo II en el contexto de esta sarta de disparates, pero la autora lo hace. Una novela sobre el Vaticano no quedaría completa si no se incorporarán a ella el Opus Dei, Marcinkus y el Banco Ambrosiano. También están y se supone que añaden misterio al argumento.

Matilde Asensi airéa tópicos, como que no se sabe nada sobre los tres primeros siglos del cristianismo. Afirma que esto se suple con "falsas documentaciones o testimonios manipulados"; y que,"incluso los evangelios habían sido retocados para adaptarlos a las corrientes dominantes dentro de la Iglesia, haciendo [con ello] que Jesús incurriera en terribles contradicciones" (pág.318). Estas afirmaciones no se pueden reprochar a Matilde Asensi, ya que las hicieron hace más de un siglo teólogos condenados por san Pío X, que recibieron el nombre de modernistas. Es seguro que hoy las repiten otros, con la misma falta de fundamento. Por su parte, el capitán de la Guardia Suiza manifiesta que él es el encargado de "ocultar los trapos sucios dentro de la Iglesia", y añade otras afirmaciones nada agradables para el Vaticano.

Por decir algo positivo sobre la novela, señalar que la autora parece conocer bien los lugares acerca de los cuales escribe (Sicilia, Rávena, Roma, Atenas, Jerusalén o Alejandría); y que sabe trasmitir la angustia y dificultades a que son sometidos los protagonistas a manos de los staurofilakes. La novela podría ser buena con un argumento más serio y menos tópicos. No creo que la intención de la autora haya sido la de desprestigiar a la Iglesia católica, pero parte de su éxito consiste en repetir argumentos que la mayor parte de los lectores piensan que son ciertos -algunos sí lo son- y que se mantienen ocultos; por lo que encajan en una novela de misterio.

En la portada del ejemplar que he manejado se anuncia como 40 edición y más de 460 mil ejemplares vendidos. Aun admitiendo estos números y que no se han producido devoluciones a la editorial, habría que preguntarse cómo hacer para elaborar un best seller, ya que la autora lo ha logrado. Parte de la respuesta se encuentra en que tiene que ser un libro gordo. Los editores desean gruesos valúmenes que dan impresión de seriedad e investigación y elevan el precio del libro. Esto explicaría también la incorporación al texto de las citas de la Divina Comedia, que el lector hará bien en saltarse ya que carecen de significado, y de otros episodios que se salen del argumento de la novela, como puede ser la mención de la Mafia siciliana, que luego no vuelve a citarse pero parece añadir morbo a la novela.

Pienso que la novela no se puede recomendar y que su lectura es una pérdida de tiempo.

Un libro de lectura demasiado simple, hecho no para ser una obra trascendente sino para vender. Veo situaciones forzadas, absurdas y predecibles, la protagonista es de lo más antipática de manera que se busca dar a entender lo "malos" que son los religiosos y religiosas. Además hay errores históricos y doctrinales. Resulta un tanto ridículo que la protagonista siendo religiosa entienda de religión menos que un niño de catecismo. Un libro con mala fe pero con la típica fórmula mágica: supuestos secretos de la Iglesia revelados que la ponen en peligro. No recomendable.

Una de las novelas históricas del subgénero de novela histórica de ficción, que tiene como fin producir una intensa desconfianza hacia la Iglesia católica. La autora popone abiertamente el agnosticismo mientras niega la verdad en la vida de los cristianos desde el Papa hasta el último de los personajes. Nadie se salva de esta corrosiva intriga. Menos mal que los pasajes de la Divina Comedia de Dante, son tantos y tan largos que acaban por desanimar al lector. Niega la historicidad del Primado de Pedro, las persecuciones de los cristianos de los primeros siglos, el valor del celibato católico, etc. A eso se añaden lindezas como las mezclas con la mafia siciliana, el tráfico de reliquias, etc. Todo un despliegue de historia ficción sin la más mínima prueba. Un autentico ejemplo de como con un ordenador se puede desvelar un misterio a base de construir un mundo irreal en el ciberespacio de su mente.

Es un libro que no me ha gustado nada. Complicadfo de leer para seguir el hilo del argumento. Demasiadas citas de dante. Un rollo

De modo subliminal y a veces frontal, la autora deja caer maldades contra la Iglesia Católica, mostrándola como si fuera una cosa humana, enfatizando en los errores cometidos por personas concretas , que no por la Iglesia Católica, y no perdiendo la ocasión de dejar caer " al desgaire" ,como hachazos en cuello, comentarios negativos e insidiosos sobre el tema citado.
Por tendenciosa y falta de rigor y verdad, desaconsejo perder el tiempo con esta obra.
El tiempo es el bien más escaso y lo bueno para leer es mucho.
Yo nunca aconsejaría a un amigo que fuera a un restaurante donde ya sé de antemano que lo que le pongan le va a sentar mal.

Novela de intriga basada en la investigación de una serie de robos de reliquias del "Lignum Crucis" que se producen de forma casi simultánea en distintos lugares del mundo. Una monja siciliana, experta en Paleografía, y un capitán de la guardia suiza reciben el encargo de la Secretaría de Estado del Vaticano de averiguar datos relacionados con este asunto.
La autora desarrolla una acción dinámica y variada pero poco verosímil, que busca explotar un tema religioso en sus aspectos más sensacionalistas. A base de unos personajes bastante tópicos y situaciones absurdas que parecen sacadas de las historias de James Bond o de Indiana Jones, se utilizan motivaciones religiosas,con tanta frivolidad como ignorancia, para entretener al lector a nivel de exigencia mínima y con trucos narrativos muy elementales,de efecto más comercial que de calidad literaria. El autor,con cierta morbosidad, hace sugerencias poco favorecedoras hacia la Iglesia Católica y su jerarquía, y ofrece una visión deformada de la práctica de la fe por parte de los fieles.