El urinario

Una historia de obsesión por las mujeres, en el contexto de una profesión que desprecia. Así juzga su vida el protagonista de esta novela, que ha decidido suicidarse a pesar de tener sólo veintiocho años. El relato comienza -arbitrariamente- en Bonn (Alemania) y termina en Madrid. En su Nota a la primera edición Lorenzo Silva afirma que la novela alude a "los estafados por el modo de vida que la actual organización del mundo impone a la mayoría de las personas".

El protagonista está bien considerado en su empresa y manifiesta que su sueldo ha crecido exponencialmente desde que trabaja allí. No sé si esto le ocurre a "la mayoría de las personas". Tiene una novia guapa y buena; reconoce que no se la merece; pero aun así persigue a todas las mujeres que se cruzan en su camino. ¿Es la "organización del mundo" la que le "impone" esta conducta o se trata más bien de una opción personal? ¿Por qué y por quién se siente estafado?

Lorenzo Silva reconoce que se trata de una novela juvenil, escrita en 1994, que tardó cinco años en ver la luz. No cabe duda que en esos años los valores no estaban muy claros y todavía no se había oído hablar de la crisis, de mileuristas ni de un veinticinco por ciento de paro. Sí se hablaba de la obsesión por el sexo y probablemente Strauss Kahn ya hacía de las suyas por los hoteles, pero de esto no se puede culpar a la "organización del mundo" o a la sociedad.

No considero que esta novela sea representativa de una época, pero sí de una mentalidad, la de los "hijos de papá" a la que todo se les debe, incluído el derecho a ser felices cuando ellos mismos se niegan a serlo. Son especialmente negativos para entender la novela los saltos del sueño a la realidad. De nuevo no se entiende qué significan estos sueños.