Cuando el tío Willi muere, Lorenz y sus tres tías se enfrentan a todo un reto. Willi siempre había querido ser enterrado en su país natal, Montenegro. Pero al no tener dinero para trasladar el cadáver de forma reglamentaria, emprenden sin pensarlo un viaje ilegal en un Fiat Panda desde Viena hasta los Balcanes.
A lo largo de los más de mil kilómetros de trayecto, las aventuras de la familia Prischinger se entrelazan en un complicado mosaico. Tras la guerra, Mirl, la hermana mayor, debe asumir la responsabilidad muy joven y lo único que quiere es marcharse de la fonda familiar, lejos del campo. Pero ni la ciudad ni su matrimonio resultan ser lo que había soñado. Ya de niña, Wetti está más interesada en los animales que en las personas. Trabajando como mujer de la limpieza en el Museo de Historia Natural, pronto conoce las colecciones mejor que cualquier experto, y escandaliza a la sociedad vienesa criando ella sola a una hija de piel oscura. Y Hedi, la más joven, conoce a Willi en un momento de su vida en el que ya casi ha renunciado a sí misma. Porque las tres hermanas sufrieron una gran pérdida de niñas. Y las tres se culpan de ello.
Con entusiasmo, humor y calidez, Vea Kaiser nos cuenta la historia de una familia de la región boscosa de Baja Austria, de tres hermanas que guardan un secreto, y del alma de los muertos que nos acompañan, queramos o no.
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Novela austríaca en clave de
Novela austríaca en clave de tragicomedia, mezclada con mucho humor negro, en la que se narra la historia de la familia Prischinger. Desde el punto de vista temporal, la acción comienza en el tiempo presente, más o menos en la época actual, pero los capítulos se van alternando con las historias del pasado de la familia que se remontan hasta 1953. De esta forma, se abren dos líneas temporales y argumentales que se mantendrán alternativamente a lo largo de toda la obra.
En la primera línea argumental, el protagonista es Lorenz, un actor venido a menos, que sobrevive en casa de sus tres tías Mirl, Wetti y Hedi. Cuando fallece el tío Willi, marido de Hedi, sin recursos económicos, deciden llevarlo en coche hasta Montenegro para poder enterrarlo, siguiendo su última voluntad. Este viaje de 1029 kilómetros y más de once horas de trayecto, llevará a los personajes a través de cinco países (Austria, Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Montenegro), describiendo los diferentes paisajes y sus habitantes, las costumbres, los controles, las aduanas: todo ello bajo el prisma de la muerte, el deber de realizar el enterramiento por parte de la familia y no escatimar esfuerzos en ello. Como ha afirmado la crítica, “Vea Kaiser logra al mismo tiempo narrar el grotesco traslado de un cadáver y reflexionar sobre el auténtico proceso del duelo”.
En la segunda línea argumental, siguiendo el título de la novela “El vals hacia atrás”, la acción se remonta al pasado para presentar de forma particular a cada personaje. La familia Prischinger, de origen rural, después de perder al padre durante la guerra, ha quedado en una situación económica crítica y cada uno de los cinco hijos sueña con dejar el campo y viajar a Viena para buscarse un futuro mejor, según su propia personalidad. Así, en el segundo capítulo, fechado en 1953, los protagonistas aún eran unos niños: Sepp, el hijo mayor, tenía 12 años; Mirl, extremadamente limpia y aseada, 11 años; Wetti, de 9 años, contemplaba extasiada cualquier animal; y los mellizos Hedi y Nenerl soñaban con dirigir un gran circo. En estas historias del pasado, se narran los avatares de su vida cotidiana: las relaciones entre las diferentes parejas, el matrimonio, la infidelidad, el perdón, los hijos, la religión, la fe, la confesión, y especialmente la importancia de la familia, en la que “nadie se queda atrás”. La autora, que se recrea en estas historias, “demuestra que los temas más exigentes pueden tratarse de forma divertida, pero también con ternura y serenidad”.