Emma cuenta la historia de la señorita Woodhouse, una joven empeñada en hacer de Celestina de sus amistades y relaciones. Pero en el proceso se olvida de atender sus propios sentimientos.
Cuando su institutriz, amiga y confidente, la señorita Taylor, decide contraer matrimonio, Emma se queda sola ante sus propios sentimientos. Emma se enfrenta a un vacío en su vida... y con un gran dilema: cómo ayudar a los demás a llevar una vida tan perfecta como la suya.
Convertida en casamentera, busca candidatos para Harriet, una joven sencilla y modesta, alejada del estilo de vida de la alta sociedad inglesa. Sólo el hermano de su cuñado, Mr. Knightley, diecisiete años mayor que ella y hombre de temple y aplomo probados, se atreve a recriminar los errores de Emma, y será éste quien ponga fin a la confusión que ella misma ha provocado. Emma se empeña en manipular a todos los que la rodean, pero, naturalmente, no para de equivocarse y de ocasionar enredos y situaciones embarazosas.
Novela exquisita y genial retrato de la Inglaterra rural de principios del siglo XIX, Emma es una de las obras cumbre de Jane Austen y su protagonista ocupa un sitial de honor en la galería de heroínas inolvidables de la literatura universal
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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1971 | Editorial Magisterio Español |
289 |
Título original: Emma Woodhouse. Colección Novelas y Cuentos. Traducción del inglés por José Luis Lopez Muñoz |
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2015 | Penguin Clasicos |
544 |
978-84-9105-007 |
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Comentarios
A lo largo de su lectura me asaltaba la duda de si Emma era generosa o egoista. Quiere hacer favores, pero los favores que ella quiere hacer, nó los que los demás querrían que les hicieran. Es una especie de "mano de hierro en guante de terciopelo". Aunque el relato es con frecuencia reiterativo, en general su lectura resulta agradable y sosegada. El ámbito es necesariamente reducido al ser una historia de una zona rural y lo único que existe es el cuchichear sobre los demás y a eso es lo que se dedica Emma pero de forma algo rebuscada, es decir, a que sus cuchicheos e ideas sobre la felicidad de los demás es lo que ella tiene pensado. Y sin embargo no parece tener mala fe; lo que si tiene es una verdadera falta de formación en cuanto al diálogo con los demás y a la búsqueda del verdadero bien ajeno. Y no le parece a este lector que este defectillo sea culpa suya; es que ha sido siempre consentida y nunca contrariada. La obra está escrita con total limpieza y buenos modos, cosa que es de agradecer.