En la ciudad dormida es un libro de viajes en el que hay más libro que viajes. En él se visitan los cementerios de París en busca de las sepulturas de algunos escritores, en cuya vida se ha querido ver la memoria de la Europa moderna. De Villiers de L’Isle Adam a Ciorán, de Gautier, a Baudelaire, y tantos otros. Una memoria que, tras los atentados de 2016, propiciaba que pendiesen sobre la ciudad varios interrogantes. “… Y tal vez siguiendo el rastro del poeta y sus sucesores se averigüe cuál fue su pecado, cómo llegó a morir cada uno. Cómo llegó no a la muerte, a esa igualación de las existencias por el rasero de la nada, sino a su muerte…”. Desde la inquietud y el humor, el autor recoge la atmósfera de un paisaje perplejo y una belleza amenazada.
Interesante paseo por los cementerios de París, para visitar la tumba de algunos escritores, texto repleto de detalles, anécdotas y toques de ironía.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2019 | El Desvelo Ediciones |
195 |
978-84-949395-3 |
Edición en rústica, cuidada. |
Comentarios
Interesante libro, en el que
Interesante libro, en el que Gabriel Insausti transmite sabiduría, muy buenos conocimientos sobre la literatura de los siglos XIX y XX, y también abundantes dosis de humor y de ironía, así como los ingeniesos juegos semánticos a los que nos tiene acostumbrados. El narrador rastrea por los cementerios de París las tumbas de ilustres escritores como Gautier, Villiers, Proust, Maupassant, Huysmans, Wilde, Apollinaier, Joseph Roth, Jacob, Sartre, Beckett, entre otros. Los paseos y búsquedas, no siempre fáciles, dan pie a comentarios sobre los autores, sus libros, detales sobre su muerte y sobre las rencillas en los ambientes literarios de la época...; y también sobre el ambiente parisino en el que el escritor se mueve. Hay que destacar que bastantes de los autores que figuran en el libro se acercaron a la fe hacia el final de sus vidas, incluso después de haberla rechazado o de haber mostrado abierta oposición al cristianismo. Un texto interesante y ameno, a pesar de los ambiente necrológicos a los que nos lleva.