Este libro es, en cierto modo, continuación de otro del autor llamado Las Bienaventuranzas. Ahora, a la nueva jerarquización de valores que Nuestro Señor anunció en el discurso inaugural de su predicación, se une la advertencia, el toque de atención: "Estad atentos a no hacer vuestra justicia ante los hombres para que os vean", que sitúa al cristiano en disposición de recibir el premio. Después de instruídos de lo que debemos hacer, el Maestro señala las disposiciones gratas a Dios, como hemos de hacer: "en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará".