Ensayo biográfico, lo califica el autor, sobre la vida y el Régimen político de Francisco Franco.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2001 | Suma de Letras,S.L. |
271 |
978-84-663-0185 |
Primera edición de 1985. La presente edición acompaña un Prólogo y una Advertencia del autor, y otro de Edwaed Malefakis, Catedrático de la Universidad de Columbia. Al final una síntesis biográfica de los principales personajes del la Guerra civil y el franquismo. |
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"Escribir sobre Franco y el franquismo no es fácil ni grato", afirma el autor en el Prólogo del libro. Efectivamente, entre la Segunda República, la Guerra civil y la dictadura, supusieron cuarenta y cinco años de división en la historia de España, casi medio siglo, que dejaron heridas profundas y convicciones imborrables en los que las vivieron en uno y otro bando. El autor reclama una "neutralidad moral" para abordar el personaje. Se me ocurre que por esa razón la mayor parte de los biógrafos de Franco han sido extranjeros: Carr, Preston, Payne; por la necesidad de mantener la distancia con los hechos objeto de investigación histórica. Fusi afirma que no quiere hacer una literatura hagiográfica, ni una literatura de denuncia, las cuales serían inaceptables para él como historiador. Es quizás por esto por lo que al leer el libro encontramos una descripción de Franco y el franquismo cercana a como los recordamos. El autor distingue cuatro etapas en el régimen de Franco: a) Guerra civil y reconstrucción, hasta 1953. b) Reconocimiento internacional del régimen, desde 1953 hasta 1959. c) Etapa del desarrollo económico, desde 1959 hasta 1969. d) Descomposición del régimen, desde 1969 hasta 1975. En su propio Prólogo, el historiador e hispanista Malefakis califica estas dos últimas etapas como de "proto-democratización". Escribe: "Sin esta prolongada preparación, España no podría haber efectuado desde 1975 la transición a la democracia en forma tan armónica como lo hizo. Ésta es la gran ironía: la historia demostrará probablemente que Franco dejó todo ‘atado y bien atado’, pero no para la continuación del Movimiento, como era su intención, sino para su antítesis: la democracia". Se ha especulado sobre los rasgos psicológicos del General que le llevaron a establecer en España un poder personal y vitalicio. Se ha dicho que fue mediocre, acomplejado o cruel, y que por ello tenía un afán desmedido de poder. Fusi aborda la cuestión y opina –acertadamente desde mi punto de vista- que en Franco predominaban el carácter militar y la prudencia. Malefakis añade el carácter gallego, que considera "dotado para la simulación". Sobre el afán de poder, Fusi considera que Franco no gobernaba en sentido propio, sino que concedía a sus Ministros un amplio margen de actuación bajo su responsabilidad. No es esta la actitud de un hombre con afán de poder, sino más bien la propia de una mentalidad militar en la que cada cual ocupa y actúa en el puesto que se le ha asignado. Franco ya había alcanzado la cúpula del poder militar y civil y no necesitaba nada más. La cúpula del poder militar la deseó, efectivamente, y la vio como un premio a su carrera y a su victoria. El poder civil, sin embargo, lo veía como un servicio a España al que se había visto arrastrado por las circunstancias.